El Inventor del LED rojo se siente Insultado por quedar fuera del Nobel
Según las normas que rigen la entrega de los premios Nobel, cada uno
solo podrá ser concedido a un máximo de tres personas cada vez. Bien por una
cuestión de rigidez de las normas, bien por apropiación de resultados ajenos,
bien por olvido histórico, no son pocos los casos en los que un contribuyente
esencial a un descubrimiento ha quedado
fuera del radar de la academia sueca al reconocer el avance.
Con el anuncio en la pasada semana
del Nobel de Física 2014 a los inventores del LED azul podríamos estar ante un
nuevo caso. O eso piensa Nick Holonyak, inventor del LED original, el rojo. Y
lo cierto es que no le falta algo de razón, puesto que su aportación está en la
base del invento premiado, y no se habría podido obtener sin él.
El mismo ha reconocido que está
molesto con el comité que selecciona a los ganadores del Nobel. Holonyak,
profesor retirado de Ingeniería Eléctrica e Ingeniería Informática de la
Universidad de Illinois, desarrolló el primer diodo emisor de luz en 1,962, un
invento que hizo posibles muchas otras tecnologías, como las redes de fibra
óptica o el DVD. Por ello, durante años escuchó a sus colegas decir que algún
día recibiría el Nobel.
Pasaron las décadas y el premio no
llegó, pero el físico nunca consideró que su avance estuviese siendo
despreciado. Más bien opinaba que había muchos y muy buenas aportaciones
compitiendo por la atención del comité.
LED rojo, LED azul: no es solo una cuestión de colores
Pero recibió una sorpresa dulce y
amarga a partes iguales: los investigadores japoneses Isamu Akasaki y Hiroshi
Amano y el japonamericano Shuji Nakamura fueron anunciados como los ganadores
del Nobel de Física 2,014 por alcanzar un logro largamente perseguido: la
invención del LED azul.
Parece un detalle superficial, pero
el color de la luz azul es importante. Holonyak creó el LED rojo en 1,962, y el verde llegó cinco años después de
la mano de George Craford, alumno del primero en la universidad y
posteriormente ingeniero de HP. Faltaba
sumar la luz azul a la ecuación para obtener la luz blanca con la mezcla. Así
se podrían fabricar lámparas más eficientes, así como terminar construyendo las
pantallas de los teléfonos celulares y de los televisores actuales.
A pesar de las investigaciones y los
esfuerzos al respecto, no fue hasta los 90 cuando se alcanzó el objetivo. Y es
que hasta ese momento no estuvieron disponibles los materiales y la tecnología
necesarios para fabricar un LED azul. Los LED generan luz a través de un
fenómeno llamado electroluminiscencia, que consiste en un material que emite
luz cuando una corriente eléctrica lo cruza. La longitud de onda, y por tanto
el color de la luz, depende del material utilizado.
El problema es que muchos tipos de
materiales emiten luz roja, amarilla y verde, pero el color azul era difícil de
obtener. Hasta que en 1,994, Akasaki, Amano y Nakamura se pusieron manos a la
obra con el nitruro de galio, un material que ya se había probado pero con el
que no había habido éxito hasta el momento por la dificultad de conseguir
cristales de calidad suficiente para emplearlos en LEDs. En grupos de
investigación distintos, los tres investigadores trabajaron durante años hasta
obtener un resultado eficaz. Desde entonces, en dos décadas, ha cambiado la
forma en que iluminamos el mundo, y por eso se les ha concedido este premio.
Halonyak argumenta, con razón, que
sin el trabajo de su equipo, éste logro posterior nunca habría tenido lugar.
“El LED tal y como lo conocemos viene de nosotros. No se habría llegado al LED
azul sin nuestro trabajo”, ha dicho en declaraciones a Associated Press. El
físico asegura que hacía ya tiempo que había aceptado que nunca ganaría el
Nobel. “No pasa nada, ya soy viejo. Pero esto es insultante”
“No es justo para los que vinieron antes”
Como decimos, la Academia Sueca
tiene que seguir unas normas estrictas a la hora de conceder los premios. Lo
que si hace en ocasiones es mencionar, en los motivos y la explicación de su
reconocimiento, otras aportaciones que hayan quedado fuera del galardón. Lo
hizo el año pasado con el CERN, que tuvo un papel fundamental en el
descubrimiento del bosón de Higgs, ya que fueron los grupos de investigación de
este centro los que diseñaron y realizaron los experimentos que dieron como
resultado la confirmación de las teorías planteadas por Peter Higgs y François
Englert décadas antes.
En esta ocasión, Holonyak también
está incluido en esas menciones, pero su caso es distinto. No se puede premiar
a entes colectivos, el CERN no podría haber sido premiado en ningún caso. Con
Holonyak no había este restricción, y se quedó fuera igualmente.
Dueño de varias patentes y de un
puñado de prestigiosos reconocimientos, el científico quiere dejar muy claro
que no es su intención menospreciar el trabajo de los premiados, pero si
señalar que el trabajo con el LED azul no puede separarse del llevado a cabo
para crear el LED original, y de toda la gente que participó en el invento. “No
es justo para ellos”.
Hasta pronto!!
Fuente:www.elconfidencial.com/tecnologia/
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