Consejos para cuando se busca apoyo financiero
La respuesta del
acertijo de los colegios chinos es: el automóvil esta parqueado en el lugar
número 87. La entrada al
lugar está en el lado opuesto.
Un
buen artículo para cerrar la semana:
No me expliques cómo funciona tu reloj si sólo te pregunto
por la hora
Por: Gonzalo Álvarez Marañón
Cuando era niño en los ochenta, el regalo de comunión más codiciado era
un flamante reloj digital a pilas, mejor cuanto más aparatoso. Y si tenía
calculadora, entonces ya te convertías al instante en la celebridad del
colegio.
Recuerdo que cuando alguien te preguntaba por la hora, levantabas
ampulosamente la muñeca a la vista de todos y leías la pantalla completa: “Son las dieciséis horas treinta
y siete minutos y cuarenta y dos segundos.”
Y de paso le explicabas algunas de sus funciones: “Tiene cronómetro, con laps y
todo, y luz para ver en la oscuridad, mira, hago sombra y se ve, ¿te das
cuenta?, y también te dice la fecha, ¿ves?, hoy es tres de mayo de mil
novecientos ochenta y dos. ¿Quieres que te ponga el cronómetro en marcha?”
CUANDO TE PIDEN
INFORMACIÓN, ¿QUÉ NIVEL DE DETALLE PROPORCIONAS?
Preguntando por la hora, me he encontrado con diversos tipos de
personas:
1.
El que se niega
a darte la hora.
2.
El que te dice
hasta los milisegundos.
3.
El que estima
la hora a grosso modo, así a ojo, mirando al sol o a las estrellas.
4.
El que te
explica cómo funciona el reloj con doloroso lujo de detalles y al final te vas
sin saber ni qué hora era.
5.
El que te da la
hora con el nivel de detalle que necesitas.
A lo largo de mi experiencia formando a emprendedores sobre cómo
presentar su proyecto empresarial ante fuentes de financiación pública o
privada, me encuentro con irritante frecuencia con personas de los grupos 1 a 4
y rara vez con alguien del grupo 5.
Y tú, ¿te
has planteado alguna vez a qué grupo perteneces?
CUANDO EXPLICAS
TU PROYECTO LIMÍTATE A DAR LA INFORMACIÓN RELEVANTE
El error más frecuente en las presentaciones de emprendedores es el
cuarto: perderse en explicaciones técnicas sobre los detalles de su solución,
ahogando a la audiencia en un océano innecesario de datos irrelevantes para la
ocasión.
Que sí, que tu solución posee maravillosas características, que incluye
tecnologías pendientes de patentar, que se basa en algoritmos propietarios, que
utiliza los últimos avances en su campo, que tienes un doctorado en el MIT, y
mucho más.
Lo sé, pero por favor, ¡no me lo cuentes todo! ¿No ves que nada de eso
le interesa lo más mínimo a quien te va a financiar? De verdad, que no les
interesa. Te lo repito: NO
LES INTERESAN LOS DETALLES.
Estos emprendedores dedican tanto tiempo a explicar las tripas de su
solución, la cualificación de su equipo, su avanzada tecnología, que olvidan que
están hablando ante personas solamente interesadas en el beneficio que esta
solución proporciona, en el tamaño del mercado, en su potencial de crecimiento
y en la capacidad del equipo para llevarla a cabo.
Cuanto más técnico es el perfil del emprendedor, más fuerte resulta su
sesgo hacia los detalles innecesarios. Cuantos
más detalles das, lejos de hacer aparecer tu propuesta como más sólida, más te
desconectas de la audiencia.
No están asistiendo a clase, están evaluando la viabilidad de tu
propuesta. Habla del negocio, no de la tecnología.
PROPORCIONA EL
NIVEL DE DETALLE NECESARIO PARA ALCANZAR TU OBJETIVO
En tu próxima presentación ante fuentes de financiación como inversores,
grandes donantes o entidades financieras, investiga
en primer lugar quién es la audiencia que se sentará a escucharte.
Hazte con sus nombres y apellidos. Si esta precisión queda fuera de tu
alcance, infórmate al menos de cómo respiran las personas de ese perfil.
A continuación
plantéate con honestidad cuál es el objetivo de tu presentación: ¿qué quieres que haga la audiencia
cuando termines de hablar? ¿Concederte un crédito? ¿Invertir dinero? ¿Donar
ordenadores? ¿Una segunda cita? Sé concreto. Sé
claro. Sé realista. Solicita una acción creíble. Si no expresas con claridad lo
que pides, no te lo darán.
En tercer lugar, ¿qué información necesita la audiencia para poder tomar
su decisión? ¿Con qué ojos te miran? ¿Qué buscan en tu presentación para darte
el sí? Toda información que proporciones más allá de este punto será una
barrera para tu audiencia.
Y cuanta más información des, más alta será la barrera. Cuenta
brevemente en qué consiste tu salsa secreta, explica tu diferencia, inspira
confianza en tu equipo. Pero nunca cruces la raya más allá de la cual dejarán de escucharte y
perderás toda credibilidad.
Sobre el autor,
Gonzalo
Álvarez Marañón es escritor, científico y
conferenciante. Ayuda a las personas a contar al mundo con su propia voz y
desde el corazón la historia que llevan dentro para que inspiren en su
audiencia un cambio transformador. Imparte regularmente talleres, cursos y
conferencias sobre cómo crear presentaciones inspiradoras que informen y muevan
a la acción, dirigidos a emprendedores y directivos, tanto del sector público
como privado. En 2012 publicó el libro El Arte de Presentar (Gestión
2000).
Mi deseo Amigo Lector es que haya disfrutado leyendo este artículo y que su contenido le sea muy útil en el futuro.
Hasta pronto!!
Comentarios
Publicar un comentario