El Consumo de Café lo Controlan Nuestros Genes

En un estudio reciente, un grupo de científicos identificó a ocho variantes genéticas que ayudan a entender algunos aspectos del por qué hay personas que bebemos café “por galones”, mientras que hay otros que evitan beberlo por completo. Con el descubrimiento de esos fundamentos genéticos en el consumo de café, los investigadores esperan encontrar futuras evidencias que contribuyan a explicar los efectos positivos – y negativos – que sobre  nuestra salud  causa esta tan popular bebida.

Genes Java

         Los investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard y el Hospital de Mujeres y Brigham, ambos en Boston, estudiaron el genoma de 120,000 norteamericanos, con ascendencias europea y africana. Haciendo uso de docenas de estudios previos, relacionaron la información genética con sus hábitos de consumo diario de café.
       El análisis estadístico sacó a relucir a seis variantes genéticas que gobiernan este consumo, y confirmó la influencia de otras dos previamente descubiertas por el mismo grupo de investigadores.
         El equipo identificó variantes en, o cerca de, genes que influyen en el aprendizaje, en el metabolismo de la cafeina, en la adicción y en la regulación de la presión sanguínea. Dos nuevas variantes, cerca de los genes BDNF y SLC6A4 refuerzan el efecto positivo de las propiedades moleculares del café. Por ejemplo, el gen BDNF está involucrado en la secreción de neurotransmisores como serotonina y dopamina, que inducen a sensaciones de placer y bienestar.
       Estos hallazgos han sido publicados recientemente en la revista científica Molecular Psychiatry.

Bebedores Consuetudinarios de Café

          Aquellos participantes en el estudio que han heredado cinco o seis de las variaciones genéticas son mas proclives a consumir mucho café – cuatro o más tazas por día – en comparación con aquellas personas que solo han heredado una o dos variantes. La explicación está en que aquellos con más variantes genéticas pueden tomar más tazas por día porque las metabolizan más rápidamente, y disfrutan del efecto estimulante del café por períodos de tiempo más cortos.
       Algunas de esas mismas variantes genéticas encontradas en fuertes tomadores de café son además factores de riesgos en lo relacionado al hábito del tabaco y a la obesidad. Ambos, obesidad y fumar, están potenciados por la adicción, lo que explica por que algunas personas no quedan conformes al tomar una sola taza.
         Los investigadores consideran que aún hace falta profundizar en el estudio genético, para determinar con mayor precisión como las variantes pueden afectar, positiva o negativamente, la salud de los fanáticos de la bebida más popular del mundo.
        Esos resultados tan esperados despejarán las diversas discusiones y posiciones que si el café es bueno o malo para la salud.
           
            Hasta pronto!!

Fuente: Discover Magazine


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