Caminar es realmente un Proceso de Estabilzación Continuo
El rápido balanceo que hace un gimnasta al fallar un
paso, cuando camina sobre la barra de equilibrio, no es muy diferente a lo que
experimentamos todos los días todas las personas. Cada paso que damos es en
realidad una pequeña falla, de acuerdo a lo señalado por un modelo matemático.
Y la apariencia aleatoria de nuestros pasos se debe a las correcciones
continuas que hacemos al caminar. Todos
nuestros pasos son meteduras de pata, pero gracias a esas correcciones que
hacemos sin que lo sepamos, logramos que nuestra rutina de caminar luzca perfecta.
Manoj Srinivasan, que dirige el
Laboratorio de Movimientos en Ohio State University, y Yang Wang, alumno de
doctorado en la misma universidad, estudiaron a profundidad el proceso de
caminar. Para ello colocaron marcadores de registro de movimientos en los pies y
las caderas de 10 voluntarios. Estas personas ejecutaron diversas
caminatas en cintas de correr a diferentes velocidades, al tiempo que eran
grabados con cámaras que registraron cada uno de sus movimientos.
Los datos recopilados mostraron que
nadie camina perfectamente. “Cada paso es ligeramente diferente a cualquier
otro paso”, explicó Wang. En lugar de ubicar sus pies en los mismos puntos de
la cinta, se observó que en cada paso siempre hubo una desviación, ya fuese
hacia la izquierda, o a la derecha, hacia delante o hacia atrás.
Wnag y Srinivasan se dispusieron a
desarrollar un modelo que explicase estas variaciones. Los pasos que da
cualquier persona, son aleatorios o se pueden predecir?
“Buscábamos una relación matemática
entre la posición de la pelvis y la próxima ubicación del pie” dice Wnag.
Diminutos cambios de la pelvis hacia la izquierda o hacia la derecha causan
desplazamientos del peso total de la
parte superior del cuerpo, el cual debe
ser equilibrado con las piernas. Los investigadores compararon los movimientos
de la pelvis con las variaciones en las pisadas, y encontraron que no hay
aleatoriedad absoluta. Fue posible pronosticar más del 80% de las variaciones
laterales de los pies con movimientos previos de la cadera.
Cuando la parte superior del cuerpo
comienza a girar hacia la izquierda, para el siguiente paso el pie se desplaza aun más hacia la izquierda para mantener el equilibrio. Si bamboleamos hacia la
derecha, nuestro pie se ubica aun más hacia la derecha. En cada paso estamos
comenzando a caer, pero “estamos haciendo correcciones continuamente para
estabilizar el cuerpo” dice Wang.
Los investigadores percibieron que
observando la posición de la pelvis pueden pronosticar la siguiente ubicación
del pie, mucho mejor que haciendo seguimiento al pie. Es decir, la pelvis
“sabe” más que el propio pie cual será la siguiente posición de éste.
Entender el mecanismo de caminar
podrá ayudar a los ingenieros a desarrollar mejores exoesqueletos para las
personas y para construir mejores
robots caminantes. Y además saber como nos mantenemos estables podrá algún día ayudar a
prevenir caidas a personas con condiciones
vulnerables, como personas ancianas o con problemas de movimiento.
Hasta pronto!!
Fuente:
Elizabeth Preston. www.blogs.discovermagazine.com
Image:
Richard Leeming
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