Adicción al Azúcar

¿Podría ser que la tostada de pan y el jugo de naranja que tomamos para el desayuno nos prepara para la adicción al azúcar y para que anhelemos alimentos, bebidas azucaradas y otros carbohidratos procesados ​a la hora del almuerzo? ¿Podría ser que las papas fritas y los refrescos del almuerzo nos den más hambre a la hora de la cena y nos lleven a comer en exceso? Un nuevo estudio sugiere que la respuesta a estas preguntas es un rotundo "sí".
La adicción al azúcar es real después de todo. Investigadores del Centro de Prevención de la Obesidad del Hospital de Niños de Boston diseñó el estudio más sofisticado hasta la fecha que muestra los efectos estimulantes que tienen los carbohidratos de alto índice glicémico sobre los centros cerebrales del deseo, recompensa, y hambre.
¿Qué son los carbohidratos de alto índice glicémico y cómo éstos promueven la adicción al azúcar?
Los carbohidratos de alto índice glicémico, como el azúcar y la harina blanca, son hidratos de carbono que producen rápidos picos y caídas de azúcar en la sangre.
Los resultados del estudio, publicados en la revista "American Journal of Clinical Nutrition", muestran cómo estos alimentos, independientemente de su sabor, estimulan de manera intensa, las mismas partes del cerebro involucradas en la adicción a las drogas, alterando la actividad cerebral de una manera que nos hace experimentar aún más antojos por estos mismos alimentos. Estos resultados suman más apoyo a la controversial idea de que la adicción a la comida, especialmente a los carbohidratos y al azúcar, es la verdadera causa detrás de aquellos que comen en exceso.
"Basado en los efectos sobre el metabolismo del cerebro, esta investigación sugiere que no todas las calorías son iguales", afirmó el doctor David Ludwig, autor principal del estudio. "No todo el que come carbohidratos procesados desarrolla antojos incontrolables. Pero para la persona que lucha constantemente contra su peso, sobretodo en el entorno moderno alimenticio, y que se declara incapaz de controlar sus antojos, limitar los carbohidratos refinados es el lógico primer paso".
Durante este estudio, se le dio de beber, a 12 hombres obesos, 2 tipos de batidos de vainilla. A excepción de la carga glicémica, los 2 tipos de batidos eran idénticos en casi todos los sentidos, incluyendo sabor y apariencia. Ambos contenían leche y vainilla y tenían la misma cantidad de calorías, carbohidratos, proteínas y grasas. La única diferencia fue que uno de esos batidos fue endulzado con jarabe de maíz (de alto contenido glicémico) mientras que el otro fue endulzado con un edulcorante alternativo de bajo índice glicémico.
Los alimentos con alto índice glicémico conducen a niveles bajos anormales de azúcar en la sangre y a hambre excesiva, 4 horas más tarde.
En comparación con el batido de índice glicémico bajo, los niveles de azúcar en la sangre aumentaron inicialmente de manera más rápida, tal como se esperaba. Sin embargo, cuatro horas más tarde, los niveles de azúcar en la sangre se desplomaron a niveles anormales (rango hipoglicémico). Los investigadores mostraron especial interés ​​en este punto crítico, ya que se sabe que éste es un factor que influye en la conducta alimentaria de la próxima comida.
Lo que encontraron los investigadores en el punto crítico de las 4 horas fue que los batidos de alto índice glicémico no sólo produjeron hipoglucemia, sino que también aumentaron la sensación de hambre y estimularon regiones selectivas del cerebro que regulan los antojos, la sensación de recompensa y las conductas adictivas. Cada uno de los sujetos del estudio reportó estar más hambriento y los escaneos cerebrales que se les realizaron a los participantes mostraron una mayor activación y flujo sanguíneo en el núcleo accumbens, un área clave del cerebro responsable por los antojos y las adicciones.
La adicción al azúcar es principalmente el resultado de una actividad cerebral alterada que sucede después de comer alimentos de alto índice glicémico
Los resultados mostraron que los carbohidratos altamente procesados, como el pan blanco y el azúcar, alteran la actividad cerebral en formas que nos hacen anhelarlos aún más. Se cree que ha quedado demostrado, por primera vez, que los efectos biológicos de los carbohidratos refinados, independientemente de sus calorías y su sabor, pueden provocar síntomas relacionados con la adicción, sobretodo en personas susceptibles - aquellos que tienen sobrepeso o son obesos. Aún falta por investigar si esta adicción al azúcar puede también ocurrir en personas no obesas.
¿Cómo vencer la adicción de azúcar?
El enfoque "comer menos y hacer más ejercicio" para perder peso presupone que "todas las calorías son iguales", pero esta nueva investigación, sin embargo, proporciona evidencia convincente que apunta no sólo a la cantidad de comida que comemos, sino también al tipo. Quienes sospechen que podrían tener una adicción al azúcar o quienes estén frustrados debido a sus incontrolables antojos por alimentos azucarados o por su incapacidad para perder peso de forma definitiva, el cambiar a una dieta de bajo índice glucémico (evitando el azúcar, los jugos de frutas, las bebidas endulzadas, el arroz blanco, la harina blanca refinada y otros carbohidratos procesados) podría ser la respuesta. Este tipo de dieta trata esta adicción mediante la estabilización de los niveles de azúcar en la sangre ya que evita las fluctuaciones anormales y no activa los sistemas de recompensa y deseo del cerebro. El resultado será menos antojos y menos hambre excesiva. Además, al evitar los alimentos de alto índice glicémico, estos son reemplazados con alimentos que contienen más vitaminas, minerales, fibra y fitoquímicos que pueden combatir muchas enfermedades, incluyendo la obesidad.


Hasta pronto!!





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