El Valor de lo Pequeño en la Felicidad
“Disfruta de las pequeñas cosas de
la vida, un día te darás cuenta de que eran las mas grandes”. La vida está
llena de simples acontecimientos que muchas veces por su cotidianeidad, pasan
desapercibidos, o tal vez por el solo hecho de tenerlos, creemos que estarán
ahí para siempre sin percatarnos de su valía.
Cosas tan cotidianas pero a la vez tan maravillosas como poder respirar
por los propios medios, poder caminar, poder ver, poder oler, poder levantarse
cada día, poder regocijarse en una amistad, poder amar y ser amado, poder vivir
en familia momentos inmemorables, poder disfrutar de un día de sol y deleitarse
con una noche de luna, son formas de salir del inconformismo constante, del
aburrimiento, del pesimismo, del mal humor y del cansancio.
La llave de la felicidad
Realmente las “pequeñas” grandes
cosas son las que alimentan al espíritu, a diferencia de lo que nos vende la
sociedad de consumo, que nos dice que la felicidad está en el tener. “La
cultura de hoy a veces quiere hacernos creer que valemos por nuestra propia
ropa, por nuestros autos, por estar a la moda, porque somos poderosos, porque
podemos humillar. Pero precisamente, toda esa cultura es la llave al gran vacío
interior que comienza a caracterizar a nuestra sociedad”.
La vida es frágil y vulnerable, puede dar un giro inesperado en
cualquier momento y sin previo aviso; tal como dice el refrán: “Nadie sabe lo
que tiene hasta que lo pierde, o, todos sabían lo que tenían pero nunca
pensaron que podían perderlo”. Por eso, vale la pena echar un vistazo a las
cosas que ocurren a diario, y encontrar en ellas el sentido que merecen. Una
autora argentina, Graciela De Filippis, lo expresa muy bien: “El mundo está
lleno de sueños, de caricias, de colores, de luz, de esas pequeñas cosas que
cuando se aprende a disfrutar de ellas, se tiene la llave que encaja en la
cerradura mágica de la felicidad”.
Finalmente todo lo material viene y
va, pero al final solo quedamos nosotros, con lo que somos, con lo que hemos
construido, con los aprendizajes que hemos ido adquiriendo, con las
experiencias que la vida nos regala.
La sencillez en la vida
Uno de los valores que ayuda a
apreciar las cosas pequeñas es la sencillez. Este valor, asociado con la
humildad, nos ayuda a reconocer que tenemos mucho de qué y de quienes aprender.
El libro “Pequeña Guía de los Valores Humanos” de Leslie Rosen propone algunas
ideas para vivir el valor de la sencillez:
·
Saber que no somos perfectos
y tenemos mucho que aprender de otras personas.
· Recordar que no somos
autosuficientes y tampoco lo es ninguno de los están a nuestro alrededor.
·
Convencernos que la felicidad
puede encontrarse en las actividades y sorpresas de la vida cotidiana, y que no
puede comprarse.
· Considerar que lo que
verdaderamente nos hace mas dignos, mas humanos, es nuestra capacidad de
entrega y dedicación a quienes nos necesitan.
· Ser generosos, amables y
tolerantes con cuantas personas encontremos al paso.
· Conservar la limpieza en la
mirada y no mirar a los demás con torcidas intenciones.
·
Mantener la sencillez y la
humildad que nos permita ser flexibles.
·
Descubrir el valor de los
placeres sencillos de la vida.
·
Recordar que la riqueza
personal no tiene relación con la económica y material
Bonito, no? Es nuestro deseo le
haya gustado el tema y le ayude a a volver la mirada hacia las pequeñas cosas
de las que está llena su vida.
Hasta pronto!!
Fuente: www.lafamilia.info
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