Dinamarca quiere acabar con las Monedas y Billetes
Cuando se acuñaron las primeras monedas en Asia Menor, una auténtica
revolución se puso en marcha en la historia de la humanidad. Pudo pasarse del
trueque a la expansión del comercio por todo el mundo. Pero, ¿tiene sentido
mantener el dinero físico 2.600 años después? Cada vez más países y expertos se
lo preguntan
En la semana del 11 de mayo, el gobierno de Dinamarca sorprendió anunciando que pretende
suprimir en 2016 el dinero en efectivo en tiendas de ropa, gasolineras y
restaurantes.
Su objetivo a largo plazo es convertirse en el primer país que acaba con
las monedas y billetes en circulación. "La idea es eliminar los considerables costes
administrativos y financieros que implica el manejo del dinero en
efectivo", explica el gobierno danés.
¿Pero es esto posible? En el caso de Dinamarca, no sólo parece probable,
sino que el gobierno va ya por detrás de las costumbres de la población.
Todos los adultos del país tienen una tarjeta de crédito, según la
Comisión de Pagos Danesa. Y no sólo eso: los pagos en efectivo han caído un 90%
desde 1990. Sólo un cuarto de los pagos se siguen realizando con dinero físico.
Cuando se plantea la posibilidad de no tener dinero en efectivo, la
primera respuesta de la gente puede ser de extrañeza. Sin embargo, unos
momentos después muchos reflexionan: "La verdad… ¿cuánto hace que no llevo
dinero en el monedero?".
"Cambiar los hábitos de pagos de las personas puede ser
difícil" al principio, opina el organismo danés ante la posibilidad de
implantar algo así en sociedades más habituadas al efectivo. Sin embargo, los
medios de pagos electrónicos cada vez son más habituales.
El sistema de Ecuador
En diciembre de 2014, el gobierno de Ecuador decidió que el país debía
ser uno de los pioneros en poner en marcha un sistema de dinero electrónico.
Una de sus principales motivos era tratar de paliar la exclusión financiera que
sufre gran parte de la población.
En Ecuador "un 40% de la población activa no tiene acceso a una
cuenta bancaria", según explica el economista Fausto Valencia, director
del proyecto. Sin embargo, casi el 100% de los hogares tiene un teléfono móvil.
Ese es el punto de apoyo. El sistema lo gestiona directamente el Banco
Central de Ecuador y aseguran que permite que los ecuatorianos realicen
transferencias de dinero a otro usuario, pagar en comercios o en los sistemas
de transporte. Pronto podrán pagar también así sus trámites con las
administraciones públicas.
El funcionamiento es sencillo. Se abre una cuenta desde el teléfono (no
es necesario internet) marcando el *153#, se recarga en tiendas y las
transacciones se realizan por mensajes.
Desde febrero, cuando las transferencias comenzaron a estar operativas,
se han abierto 25.000 cuentas.
¿Cuáles son las ventajas reales del
dinero electrónico respecto al físico?
El efectivo es más caro. Cuesta producirlo, almacenarlo, hay
gastos de transporte, existen comisiones por extraerlo del banco, etc.
¿Qué se podría hacer con todo el dinero que cuesta tener el propio
dinero en nuestros bolsillos? Por ejemplo, Ecuador tiene que reponer cada año 1.300 millones de
dólares que se deterioran.
A México le costará casi un peso producir cada uno de los 1.320 millones
de billetes que necesitará este año, según la revista Excelsior. Y sus
habitantes gastarán unos 2.300 millones de pesos en gastos varios relacionados
con adquirir dinero en efectivo, según un estudio de la Universidad
estadounidense de Tufts.
El efectivo se alimenta de tiempo. Según los profesores Bhaskkar
Chakravorti y Benjamín Mazzota, de Tuffts, cada estadounidense pasa 28 minutos
al mes acudiendo al cajero automático. Y el conjunto de los mexicanos pasan 48
millones de horas al año en esta actividad, según su estudio.
El efectivo provoca evasión fiscal. El gobierno estadounidense pierde
100.000 millones de dólares al año por pagos en efectivo que no se declaran,
según Chakravorti y Mazzota.
El electrónico es más ecológico. Fausto Valencia, del Banco Central de
Ecuador, advierte de los costes medioambientales del dinero físico, tales como
contaminación por transporte y las talas de árboles para obtener papel no sólo
para el dinero, sino para la burocracia de documentos que genera.
El efectivo es poco higiénico. Ésta es quizá la más sorprendente
contraindicación. En 2011, unos investigadores británicos del instituto BioCote
llegaron a la conclusión que sacar dinero en un cajero automático te dejaba tan
expuesto a bacterias como usar el más horrendo de los baños públicos.
¡¡Hasta
pronto!!
Fuente:
BBC Mundo
Comentarios
Publicar un comentario