Su Nivel de Inteligencia (IQ) No es Algo Fijo!
El concepto de medir la inteligencia fue inicialmente diseñado con mucho
acierto, por psicólogos franceses a principios del siglo XX, con el
objetivo de comprender y explicar las
diferencias observadas entre los niños para aprender bien y con rapidez. Y hoy
día es común usar el coeficiente de inteligencia (popularmente conocido como
IQ) para explicar diferencias en el
aprendizaje, asumiendo tácitamente que ese índice es invariable e inherente al
nivel de inteligencia que resultó de la medida en una prueba anterior.
La inteligencia se puede definir
como la habilidad para aprender rápido y adaptarse a nuevas situaciones. Las
pruebas de inteligencia miden nuestro vocabulario, nuestra habilidad para
resolver problemas, razonamiento lógico y otras cosas similares.
La gente se interesa en el valor del
IQ porque cree que este es una puntuación que tenemos fija de por vida. Si se
viera como la evaluación momentánea de ciertas habilidades particulares en cada
quien, quizá serían muy pocas las personas interesadas en saberlo.
Nos
hacemos mas inteligente?
Los tests de IQ normalizados usados
por psicólogos clínicos cuando deben hacer diagnósticos, la “escala Weschler”
por ejemplo, están diseñados de forma que no es fácil prepararse
anticipadamente. Sus contenidos se mantienen sorprendentemente en secreto y se
les cambia periódicamente. La puntuación que obtenga un participante tiene un
valor relativo, de acuerdo al desempeño de su grupo formado por personas de la
misma edad.
Podemos educarnos mejor cada vez y
desarrollar mas habilidades en los tipos de tareas que son evaluadas en las
pruebas de IQ, pero nuestro índice permanecerá mas o menos igual. La
explicación es que el sistema de puntuación toma en cuenta las mejoras
estimadas a lo largo del tiempo, las suma y luego las descuenta. Este es el
sistema de “puntuación estandardizada” – no revela su puntuación absoluta sino
que ubica su posición en relación a sus pares que también han estado
supuestamente mejorando a la misma rata.
Esta estabilidad aparente en los
valores de IQ presentan a la inteligencia como algo relativamente constante,
cuando en verdad nos estamos haciendo mas inteligentes a lo largo de nuestras
vidas. El test y el sistema de evaluación del IQ se ajustan constantemente para
que el valor promedio del IQ sea 100, independientemente de cualquier notorio
incremento de habilidades intelectuales. Esto es a nivel mundial.
Política de Medición del IQ
Los psicólogos entienden que las
puntuaciones de inteligencia están
afectadas por la influencia cultural y el ambiente social, pero hay quienes
insisten que esos aspectos por si solos no pueden elevar el IQ bruscamente.
Alegan que nuestra inteligencia específica es fija, y que no se modifica por
educación, “entrenamiento cerebral”, dietas u otras intervenciones. En otras
palabras, ellos dicen que todos estamos biológicamente limitados en nuestros
niveles de inteligencia.
El concepto que el IQ es fijo de por vida se fundamenta en una política
cuestionable en lo que su medición se refiere. La consecuencia mas seria es que
el resultado de los tests solo servirá para achacar a los estudiantes las
dificultades educacionales, en lugar de cuestionar las metodologías de
enseñanzas aplicadas.
Pero el trabajo de los psicólogos no
es descubrir elaboradas justificaciones para explicar el mal desempeño de los
estudiantes. Se trata mas bien de hallar, o diseñar, mejores métodos de
enseñanza. Como respuesta al concepto de valor de IQ fijo de por vida Robert
Sternberg, uno de los líderes en la investigación sobre la inteligencia,
calificó a esa política de ver siempre fijo al IQ como la “psicología
negativa”, en un artículo publicado en el año 2008
No todo está perdido
Aquellos que siguen apegados al
concepto que el IQ es fijo, se han “acondicionado” para ignorar trabajos en la
especialidad de análisis aplicados al comportamiento, que han sido publicados
durante décadas. En este campo se ha
informado de valiosas ganancias en nivel de inteligencia en niños con autismo
que han sido expuestos a intervenciones intensivas conductuales luego de
haberles detectado su dificultades de aprendizaje.
Estudios recientes hechos por John
Jonides y varios colegas en University of Michigan han informado de mejoras al
medir la inteligencia en personas que practicaron métodos de entrenamiento cerebral
llamado “n-back task”, una especie de test de memoria computerizado.
Bryan Roche, autor del artículo que
usted lee en estos momentos, comenta de un estudio piloto que él condujo con
otros colegas en el que lograron elevar sustancialmente el IQ de niños al
entrenarles durante varios meses en tareas relacionadas con habilidades
linguísticas. Estos resultados señalaron una vez mas la seria contradicción
existente con aquellos que ven al IQ como algo fijo de por vida.
Agrega el autor que: “se debe revisar
los conceptos relacionados con la naturaleza de la inteligencia. Por supuesto,
hay límites en el desarrollo de nuestras habilidades intelectuales. Pero por lo
pronto, lo socialmente responsable es no pensar en seguir atados a esos
límites, sino mas bien ayudar a que cada niño pueda mejorar en su nivel, y si
es posible, excederse en resultados”.
Hasta pronto!!
Fuente: Bryan Roche,
National University of Ireland Maynooth. Discover Magazine
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