El Cerebro tiene dos Sistemas para Controlar la Atención
A una gran
cantidad de personas nos pasa que nuestra mente divaga con frecuencia y hay que
esforzarse en mantener la concentración. Por ejemplo, cuando estamos leyendo,
es común que nos distraigamos entre 20 y 40 por ciento del tiempo pensando en
otros temas. Mantener la atención en una sola cosa de manera continua y a
conciencia no es nada fácil, por lo que no es de sorprender que debamos luchar
para evitar la distracción.
Afortunadamente, podemos desarrollar hábitos que ayudan a mantener
nuestra capacidad de prestar atención, una vez que comprendemos como funciona
el proceso de atender.
Los dos sistemas en el
cerebro para controlar la atención
De acuerdo con los planteamientos de Daniel Kahneman, famoso psicólogo
que ganó el premio Nobel de Economía en 2002 (no hay error: es psicólogo y no
economista) y autor del libro “Pensar
rápido, pensar despacio” (Thinking, fast and slow) en el cerebro existen
dos sistemas autónomos que él llama Sistema 1 y Sistema 2.
El Sistema 1 actúa de manera involuntaria, es una red cerebral que se
mantiene siempre alerta captando cualquier estímulo y lo procesa de inmediato.
Es un sistema que toma decisiones automáticas, por ejemplo, voltear la cabeza
cuando oimos nuestro nombre, o paralizarnos cuando vemos una araña frente a
nosotros inesperadamente.
El Sistema 2 está en el área cerebral de la voluntad. Procesa sugerencias provenientes del Sistema
1, toma la decisión final y elige donde asignar la atención. Lo curioso de cómo
trabajan ambos sistemas es, que asumimos que muchas de las cosas que hacemos
son decisiones conscientes hechas por
el Sistema 2 solamente. La realidad es que casi todas ellas se basan en
reacciones automáticas y sugerencias hechas por el Sistema 1.
El Sistema 2 se encarga de todo aquello que exija fuerza de voluntad y
autocontrol. Es decir, de todo aquello que es difícil para el Sistema 1
Como nos asaltan las
distracciones
Aunque el Sistema 2 maneja la atención y la concentración, son tantas
las cosas a controlar que requiere mucho esfuerzo mantenerse concentrado en
algo. Este sistema debe luchar contra un bombardeo permanente de
distracciones.
Según Daniel Goleman (autor del libro “Inteligencia Emocional”), hay dos
grandes clases de distracciones: distracciones sensoriales (lo que pasa
alrededor nuestro) y distracciones emocionales (nuestro diálogo interno,
los pensamientos acerca de las cosas que nos pasan en la vida).
Todos hemos vivido momentos de fuerte impacto emocional, y sabemos cuan
difícil es evitar que se nos desvíe la atención cuando intentamos hacer otra
cosa. Goleman explica que esto ocurre
por una razón: si algo nos molesta, nuestro cerebro busca el camino hacia la
solución para quitarnos la preocupación. Mientras no llega esa solución no podemos
concentrarnos, porque en verdad no nos abandonará la distracción emocional
hasta que no esté definido el plan que lleva a la solución tan deseada,
Goleman dice que es la distracción
emocional lo que mas nos afecta. No es la conversación de las personas
alrededor nuestro lo que nos distrae, la causa real es la cháchara en nuestra mente.
Y lo peor es que, en promedio,
cuando nuestra mente divaga hay un sesgo a pensar en lo negativo. y se centra
en pensamientos egoístas más que en cualquier otra cosa.
Qué hacer? Permanecer concentrado
exige mucha fuerza de voluntad. Comparado con los músculos esqueléticos,
el “músculo” de la atención también se fatiga cuando abusamos de él. Eso nos
agota mentalmente, somos menos eficientes en el trabajo, nos distraemos mas
fácilmente y mas irritables.
Recuperando la concentración
El cerebro también necesita períodos de descanso. Hay algunas maneras de
lograrlo. Vale la pena adoptar estas técnicas de manera rutinaria para mantener
frescas la mente y la capacidad de concentrarse
1.
Meditar
Cuando se medita se pone en práctica el enfocar la atención y estar
pendiente cuando ésta se desvía. Eso mejora la atención cuando no se está
meditando. Ese es un efecto duradero que proviene del ejercicio frecuente de la
meditación.
2. Disfrutar de la Naturaleza
Para mejorar la habilidad de concentrarse, una sugerencia de
Goleman es disfrutar de la
Naturaleza. Se ha visto por
experimentos que el caminar por la calle, en la ciudad, no permite una
recuperación suficiente. Pero disfrutar el paseo por un parque si es suficiente
y saludable.
3. Distraerse en algo que le guste
Goleman sostiene que cuando alguien se sumerge en una actividad que le
resulta atractiva y disfruta mucho, su diálogo interno se apaga. Eso permite
que su mente descanse y recupere la capacidad para concentrarse en tareas
difíciles que deba enfrentar después. Lo importante es que sea una inmersión
total en donde la atención esté completamente pasiva.
Es mas fácil decirlo que hacerlo,
pero los beneficios son tan atractivos que vale la pena intentarlo..
Tiene Ud. una manera particular de
apagar su diálogo interno y dejar que su cerebro descanse? Por favor,
coméntenos como lo hace.
Hasta pronto!!
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