Buenas noticias para los “búhos”
Los noctámbulos
parecen tener una ventaja cognitiva sobre los madrugadores - al menos cuando se
mantienen dentro de su horario natural de sueño. Estos son resultados de un
nuevo estudio con imágenes cerebrales, que brinda nuevas ideas, sorprendentes,
sobre cómo el cerebro maneja la necesidad de cuando dormir y cuando despertar.
Los resultados, dicen los investigadores del sueño, pueden mejorar las
predicciones de cuando las personas están en mayor riesgo de accidentes por somnolencia.
Hay dos factores que controlan la hora de
acostarse a dormir. El primero es un mecanismo de nuestro organismo: es el
reloj maestro del cerebro que regula el muy conocido ritmo circadiano que
durante las 24 horas del dia sincroniza las actividades en nuestro cuerpo. Ese
reloj le dice a algunos acuéstate a dormir a las 9 p.m., y a otros se lo ordena
a las 3 a.m.. El segundo factor – identificado como presión de sueño - no depende de la hora del dia sino de cuanto
tiempo lleva alguien despierto.
Puesto que la presión de sueño se acumula
durante las horas de vigilia, la lógica indica que siempre estaremos mas
alertas, y por tanto mas agudos, poco después de levantarnos que antes de
acostarnos a dormir, sin importar que seamos gallos o seamos búhos.
Pero eso no fue lo que detectó
Christina Schmidt!! En su tesis doctoral en la Universidad de Lieja, Bélgica,
ella y sus colaboradores bajo la dirección de Philippe Peigneux, reconocido
investigador del sueño, ejecutaron escaneos cerebrales a 16 personas
“mañaneras” (o gallos) y 15 personas “nocturnales” (o búhos). Los sujetos
debían prestar atención a un grupo de números mostrados en una pantalla de un
computador, y oprimir un botón cada vez que se cambiaban los números. Para
descartar el efecto del reloj circadiano, a los sujetos se les permitió dormir
según su ciclo natural, y luego efectuar la prueba de atención a 1.5 horas y
10.5 horas después de despertarse, y a la hora del dia que le correspondiese a
cada sujeto.
Ambos grupos se desempeñaron prácticamente
iguales en la prueba con 1.5 horas de vigilia. Pero a 10.5 horas sin dormir,
los búhos salieron mejor en la prueba que los gallos, e incluso superaron su
primera prueba en 6% aproximadamente. Esto sugiere que una vez despiertos, la
presión de sueño afecta mas a los madrugadores, dice Peigneux.
“Estos reultados tienen consecuencias en
el mundo real” manifiesta David Dinges, otro investigador del sueño de la Escuela de Medicina de la Universidad
de Pennsylvania. Los análisis de riesgos actuales toman en cuenta la hora del
dia y la cantidad de horas trabajadas para predecir cuando la gente tiene mayor
riesgo de sufrir accidentes – errores humanos en aviación por ejemplo. “Ahora,” dice Dinges, “habrá que considerar
que las personas madrugadoras tienden a perder la concentración mas
rápidamente”.
Dinges añade que lo mas impactante se nota
en las imágenes cerebrales. Durante la segunda prueba, en la zona cerebral del
reloj circadiano (grupo de células conocido como núcleo supraquiasmático) se
observó mayor actividad en el grupo de los búhos que en el de los gallos. Esto
sugiere que el reloj circadiano y la presión de sueño se afectan mutuamente, en
lugar de actuar independientes como se creía desde hace décadas.
No
hay duda, estos resultados nos ayudarán a estimar cuales son las horas mas
riesgosas para cada uno de nosotros. Yo
soy tempranero. Y Ud.?
Hasta pronto!!!
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