Las Moléculas Musculares estimulan a las Células Adiposas a Reducirse

             Coincidiendo con la época en  que muchos de nosotros decidimos ejercitarnos mas y perder el peso ganado en las fiestas navideñas, un grupo de científicos ha logrado  identificar el proceso que tiene lugar en nuestro cuerpo para reducir ese exceso. Han encontrado que el esfuerzo estimula a los músculos a liberar una molécula que modifica a las células adiposas conviertiéndolas en máquinas para quemar calorías.
            Los músculos al ejercitarse provocan la activación de genes que elevan el consumo de energía. El ejercicio trabaja sobre los músculos, pero también afecta a las células de todo el cuerpo, incluyendo las del cerebro. Un jugador importante en este proceso es una proteina llamada PGC-1a, cuyo impacto se extiende mas allá del tejido muscular. Por ejemplo, la proteina impulsa indirectamente a la grasa blanca (que es la variedad de grasa que almacena energía en las caderas y la barriga) para activar los genes característicos de la grasa parda, que es la variedad que quema calorías. Dado que la PGC-1a no se traslada fuera de las células musculares, los investigadores aún no sabían como expande su influencia desde el músculo hacia el resto del cuerpo.
            En la Escuela de Medicina de Harvard, Robert  Gerszten  y otros colegas, lograron tamizar las secreciones de PGC-1α en las células musculares. De esa forma atraparon una molécula que puede ser la que ejecute la orden de la proteina. Esa molécula se llama ácido b-aminoisobutírico, o mas fácilmente BAIBA. Detectaron que BAIBA induce a las células de grasa blanca a convertirse en células de grasa parda, alterando así sus patrones de actividad genética. Eso a su vez estimula a otros tipos de células, avivando el metabolismo de grasas en el hígado.
            Este proceso puede traducirse en un metabolismo mas saludable, lo que se verificó con ratones que consumieron agua mezclada con BAIBA. Los roedores perdieron peso y su absorción de glucosa fue mas eficiente.
            Ocurriría algo similar con seres humanos? Los investigadores analizaron muestras de sangre de mas de 2,000 personas participantes en el renombrado Estudio del Corazón en Framingham, que desde hace 60 años hace estudios sobre las causas de enfermedades cardiovasculares. El equipo encontró  bajos niveles de BAIBA en aquellas personas con alto riesgo de sufrir del corazón y diabetes, por ejemplo con alto colesterol y con alta insulina. El caso contrario fue lo observado con otros participantes de otro estudio. Estos,  adictos a la televisión, tuvieron un salto de 17% en la concentración de BAIBA  en las muestras de sangre luego que iniciaron un programa de ejercicios.
            Estos hallazgos sugieren que BAIBA es un emisario molecular de PGGC-1α. Pero no es el único mensajero. Hace dos años, otro grupo que incluye a algunos de los autores de este trabajo reciente lograron identificar otro ejemplo: la proteina irisina. “Pero no sería una sorpresa que haya otros factores aún no identificados ante la complejidad de los efectos que los ejercicios inducen en múltiples tejidos y distintos órganos” agrega el Dr. Christopher Newgard  del Centro Médico de Duke University en Carolina del Norte. Además, plantea la inquietud por averiguar si los niveles de BAIBA bajan cuando la gente engorda.
            Es muy pronto que saber si BAIBA podrá desarrollarse a futuro como una droga que ayude a la gente a perder peso, o a defenderse de enfermedades metabólicas como diabetes y enfermedades cardiovasculares. “Haremos mas estudios en animales para saber si existen algunos efectos secundarios no deseados que aún no hayamos detectado” dice Gerszten.
            Mientras tanto, le recomendamos mantenga en pie su resolución de Año Nuevo y siga yendo al gimnasio.
Hasta pronto!!


Tomado de Science News, enero 2014




           


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