Los Registros Faciales pueden alterar los hábitos de compra en la gente

Puntos de reconocimiento facial. (Foto cortesía de Extreme Tech)
Nuestros futuros hábitos de compra cuando vayamos de tiendas podrán ser diferentes,  en la medida que los locales comerciales continúen registrando nuestras caras y guardando la información. Hasta el presente ya hay muchas tiendas con la tecnología que les permite hacer tal registro. Esto ha generado una corriente opositora por parte de personas que no les agrada la idea. Sin embargo, luego de 18 meses de enfrentamientos, parece que los grupos reacios a esta tecnología comienzan a ceder y a aceptar el hecho de que los escaneos faciales serán algo habitual.
Han surgido nueve grupos opuestos contra los comerciantes detallistas  que realizan registros faciales y graban la información. Pero por el momento se han topado con una muralla imposible de atravesar.
En resguardo de la privacidad, los grupos alegan que las tiendas deben pedir permiso a sus clientes antes de registrar sus datos faciales.  Alvaro Bedoya, profesor de derecho en la Universidad de Georgetown, es uno de los líderes de estos grupos que exigen que los comercios soliciten permisos a los clientes. Pero han transcurrido 18 meses de negociaciones  y las cadenas de tiendas aún no admiten que sea necesario pedir permiso a la gente para hacer los registros.
En defensa de esta tecnología se aduce que la información obtenida se utiliza para conocer como son los hábitos de compra de los clientes, haciendo seguimiento a las diversas compras que se hagan en diversos comercios que comparten la misma base de datos. Los comerciantes argumentan que esto permite, entre otras cosas, ofrecer descuentos especiales a determinados clientes así como también identificar a potenciales delincuentes que ingresen al local.
Una de las mayores preocupaciones de los grupos opuestos es que esta tecnología permite clasificar y catalogar a las personas. En la práctica ya hay una empresa que ha establecido el reconocimiento facial, Facebook, y lo utiliza para categorizar e identificar personas en las fotos.  Esto les ha permitido conocer cuáles son los productos que mira cada quien cuando están “navegando en internet”, pues escanean los “cookies” de los portales comerciales que visita el usuario. Esa información es luego usada para enviar a éste los avisos comerciales de los productos que más le llamen la atención.
Otro motivo serio de preocupación es la piratería (hacking). Las contraseñas y los números de las tarjetas se pueden cambiar pero ¡los datos faciales no! Los grupos opositores ven la categorización facial de la gente como algo invasivo, aun cuando no aparezca su nombre.
Las preguntas finales: ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Te opones a que las tiendas registren tus datos faciales y los archiven?

¡¡Hasta pronto!!



Fuente: http://interestingengineering.com/

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