Efectos de la Cafeína ¿Buenos, malos o de todo un poco?

Se considera que la cafeína es el estimulante del sistema nervioso central más ampliamente consumido en el mundo, en donde el café y el té son los que más contribuyen a tal consumo. Además de encontrarse en los granos de café y las hojas de té, se le encuentra en la semilla de cacao, la nuez de cola, el mate, el guaraná y otras 50 plantas alrededor del mundo.
A manera de curiosidad, en muchas plantaciones emplean cafeína como pesticida, para desalentar el crecimiento de plantas no deseadas entre los cultivos, y hasta como promotor de polinización pues a algunas especies de abejas.
En Estados Unidos, la FDA no exige a los fabricantes que indiquen la cantidad de cafeína presente en sus productos alimenticios, la Unión Europea si lo pide. Está presente en una gran variedad de productos, incluyendo muchos en los que no esperas encontrarle, tales como bebidas gaseosas sin cola, bebidas energéticas (incluyendo aguas saborizadas), calmantes, pastillas para el aliento y hasta semillas de girasol.
La cafeína pura fue aislada por químicos alemanes y franceses a principios del siglo XXIV, y desde entonces ha sido motivo de diversos estudios científicos. Se le define como un alcaloide de estructura bencénica. Físicamente es un polvo blanco, sin olor y soluble en agua.
Antes de hablar sobre los efectos específicos de la cafeína sobre la salud es importante destacar algunas de sus características una vez que se le consume. Es una droga con actividad relativamente rápida, siendo absorbida por el torrente sanguíneo en solo 15 minutos. Su media vida (tiempo necesario para que la efectividad se reduzca al 50%) es de 3 a 7 horas en los adultos.
El siguiente punto a considerar es su biodisponibilidad. Esta es una medida de la absorción, expresada como porcentaje de droga ingerida que llega al sistema circulatorio. Por ejemplo, cuando una droga es suministrada por inyección intravenosa tiene 100% de biodisponibilidad. En la cafeína es 95%.
Un tercer aspecto es la fracción de droga que se une a las proteínas. Esto determina el porcentaje de una droga, que al llegar al plasma sanguíneo, se une a proteínas. Mientras menos es este valor, hay más droga libre y activa para realizar lo que hace. En el caso de la cafeína, la fracción que se une a las proteínas es alrededor de 30%. Significa que el 70% de la cafeína que llega a nuestra sangre queda disponible para hacer su trabajo.
En resumen, la cafeína es excepcionalmente activa en los seres humanos.
La cafeína es un estimulante, y lo logra bloqueando los receptores de adenosina en el cerebro e inhibiendo la modorra. Esa misma estimulación hace que el sistema nervioso aumente apreciablemente la velocidad de respuesta. Otros aspectos beneficiosos incluyen la aceleración del metabolismo, mayor eficiencia al usar la energía corporal, mejoramiento  de la concentración y de la capacidad para resolver problemas. Hoy día se desarrollan estudios para determinar si la cafeína es eficaz para reducir el riesgo de enfermedades e infartos del corazón, y saber si provee algo de protección contra la enfermedad de Parkinson y ciertos cánceres.
¡Pero no todo es vino y rosas! La lista de efectos negativos, conocidos y potenciales, es tan larga como la de sus beneficios. Insomnio, patrón alterado del sueño, problemas de abstinencia, embarazo problemático que puede hasta causar aborto involuntario, bajo peso al nacer, problemas de abstinencia en recién nacidos (La media vida de la cafeína en los neonatos es de 60 a 120 horas). Añádale alta presión sanguínea, azúcar en la sangre elevado, disminución de densidad de los huesos, ansiedad  y dolores de cabeza crónicos.  Hay suficientes razones para ser cuidadoso con la cafeína.
La pregunta que nos asalta a continuación es ¿cuánto es demasiado? Hay muchos aspectos que influyen para dar una respuesta definida, desde género sexual y edad hasta salud, peso corporal y metabolismo. En general se estima que una ingesta de hasta 400 mg por día es segura; algo así como 3 ó 4 tazas de café preparado, o hasta 4 tacitas de espresso, o hasta 10 tazas de té. Y para que conste, la cafeína puede ser fatal en muy altas dosis. Para eso se requiere engullir entre 80 a 100 tazas de café ¡Ya eso es un suicidio!
La respuesta a todas estas inquietudes sobre la cafeína es moderación. Esta es la solución más sencilla, adherirse a los hábitos teniendo un grado razonable de control sobre su consumo.
 ¡¡Hasta pronto!!


Fuente: http://interestingengineering.com/

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