Lo que Hace Feliz a la Gente
Los
seres humanos somos inquietos por naturaleza. Y la búsqueda de la felicidad nos pone aún más inquietos. Siempre
andamos tras una nueva aventura, con el permanente deseo de ir progresando a lo largo de la vida y
buscando con gran vehemencia “aquel sitio donde la grama esté más verde”.
Esa eterna búsqueda se
puede traducir en algo encomiable, si enfocamos nuestros esfuerzos para tener
más satisfacciones y ser más felices. Pero también es conveniente no
confundirse y malgastar nuestras energías para seguir por caminos inútiles.
Nuestro
rango de felicidad
Hoy día los psicólogos
aplican una sencilla ecuación para “medir” la felicidad:
F=S+N+V
Donde F= felicidad
S=
Set Point (Punto de Arrancada)
Quizás un 50% de nuestra
felicidad y de las satisfacciones en la vida se fundamentan en el aspecto
genético. Hay personas que por naturaleza, ya desde que nacen, tienen un carácter
más alegre que otros. Eso está fuera de nuestro control y es lo que podemos
llamar “punto de arrancada”. Más bien debe considerarse un “rango de arrancada”,
en el que oscilamos frecuentemente del extremo superior al inferior.
N=Condiciones
naturales
Cada uno de nosotros tenemos
cosas que no podemos cambiar (o quizás muy poco): raza, género, fortaleza
física, belleza, etc. Contrario a lo que muchos piensan, estas condiciones no
afectan nuestra felicidad tanto como se cree. Somos sensibles a los cambios que
ocurren en nuestras vidas, a aquellos que ocasionan pequeños desvíos dentro de nuestro rango de
arrancada. A veces somos un poco más felices, otras veces menos. Pero más pronto de lo que se piensa nos
habituamos a esos cambios, y la aguja regresa al cero en nuestra balanza de la
felicidad. Eso explica muchas cosas que a veces nos parecen increíbles, como
que el ganador del primer premio de la lotería o aquel que quedó paralítico a
causa de un accidente, regresen en menos de un año a los niveles de felicidad que
tenían antes de sus respectivos incidentes.
V=Condiciones
Voluntarias
A diferencias de las
condiciones naturales, las voluntarias son aquellas cosas que podemos escoger:
relaciones interpersonales, empleo, aficiones, ubicación, etc. Estas cosas
tienen mayor impacto en nuestra felicidad porque son menos susceptibles al
impacto de la adaptación.
Por tanto, la clave para
encontrar donde está más verde la grama es concentrarse en las cosas apropiadas
– aquellas que realmente te harán más feliz – en lugar de malgastar tu energía
persiguiendo un espejismo.
Numerosos estudios han
detectado cuales son los factores que más se correlacionan con un mayor grado
de felicidad. Pero entiéndase bien, son
factores que se correlacionan con una felicidad mayor, pero no necesariamente
causan felicidad. En este grupo destacan ocho aspectos que comúnmente asociamos con las
subidas o bajadas de felicidad en nuestras vidas.
· Dinero. Esto luce sumamente antipático, pero
está demostrado que existe un valor límite del ingreso que por debajo del cual
se tiende a la infelicidad. Cuando está en su valor se es feliz. Por encima de
ese valor la felicidad no aumenta aunque el ingreso sea mayor. Ese límite puede
variar entre las distintas sociedades, por ejemplo, para Estados Unidos es de $
75,000 anuales.
· Acumular vivencias es preferible a la adquisición
de bienes materiales. Apartando
la casa, que es una necesidad básica, disfrutar de un viaje, o vacaciones, hace
más feliz que comprar más bienes materiales.
·
Ayudar a otras personas y ser
caritativo.
· Vivir cerca del lugar donde trabaja. Poseer
una mansión en un suburbio lejano no compensa el tiempo en trasladarse diariamente
al trabajo.
· Ser viejo. Por razones que aún no conocen los
investigadores, a medida que se envejece el cerebro se siente más feliz.
· Tener un trabajo satisfactorio. Cuando se tiene un trabajo exigente
pero no agobiante, con metas claras, con reconocimiento sincero y directo, con
control apropiado, no hace falta angustiarse pensando en otro empleo mejor.
·
Buenas relaciones familiares y
sociales.
· Sexo monógamo y con regularidad.
Puedes coincidir o
discrepar con varios aspectos de ese listado, pero lo importante es no olvidar
que la felicidad depende de nuestra actitud
y del placer que sentimos cuando disfrutamos de las pequeñas cosas que
nos ofrece la vida. Conozco personas con
los empleos más incómodos del mundo y
viviendo en los lugares más apartados, y a pesar de ello son felices. Disfrutan
de un buen libro, de una comida sabrosa, de la belleza y frescura del paisaje
que les rodea. En lugar de concentrarse en lo que no tienen, con un gran
sentido de gratitud, disfrutan de las cosas buenas que la vida les ofrece.
Hasta pronto!!
Fuente: http://www.artofmanliness.com/
Comentarios
Publicar un comentario