Cinco Características que tienen todos los Genios
Todo el mundo aspira a alcanzar la excelencia pero muy
pocos la logran, y en la mayoría de las
ocasiones no entendemos como una u otra
persona ha logrado lo que ha logrado. Cómo consiguió Picasso mantener
siempre un altísimo nivel en su inmensa obra pictórica? De dónde sacó el tiempo
Stockhausen para componer un
total de 363 obras? En qué momento se le ocurrió a Einstein formular la
teoría de la relatividad? Hay quien piensa que un genio nace, no se hace
sencillamente, tiene el talento para una actividad concreta y le basta con
desarrollarla para alcanzar la excelencia. Pero esto es una visión muy
simplista de la realidad. No cabe duda que el genio es talentoso por
naturaleza, pero el talento no es su característica mas importante. Hay
cinco cosas que sin excepción cumplen todos los genios. Y no todas son
agradables para el común de los mortales.
1.- Son
curiosos e impulsivos
Para elaborar su libro Creatividad,
el profesor Mihaly Csikszentmihalyi entrevistó a 91 genios de distintas
disciplinas, incluyendo a 14 premios Nobel. Una de sus principales conclusiones
es que las personas con mentes privilegiadas, con logros excepcionales, tienen
dos dos cosas en abundancia: curiosidad y determinación. “Están absolutamente
fascinadas por su trabajo, y aunque haya otras personas más brillantes, su
enorme deseo de lograr lo que se proponen supone el factor decisivo”,
asegura Csikszentmihalyi.
2.- Lo
importante no es la educación, son las horas que dedican a su especialidad
Solemos asociar el expediente
académico con la excelencia, pero son cosas que no siempre están relacionadas.
El profesor Dean Keith Simonton, de la Universidad de California en Davis,
realizó un estudio en el que analizó los expedientes académicos de más de 300
genios nacidos entre 1450 y 1850, entre ellos a personajes como Leonardo da
Vinci, Galileo, Beethoven y Rembrandt. Determinó cuanta aducación había
recibido cada uno y midió sus niveles de eminencia a través de sus obras de
referencia. Los resultados fueron sorprendentes. La relación entre educación y
excelencia, al trasladarse a un gráfico tenía forma de campana: los
creadores más destacados eran aquellos que habían recibido una educación media,
algo así como un diplomatura. Los que habían recibido una mayor y una menor
educación eran menos creativos.
Los creadores más destacados son
siempre aquellos que más han trabajado en su especialidad y han dedicado su
vida a ella. No cabe duda que los genios más destacados seguían estudiando,
pero eran autodidactas y sobre todo adictos al trabajo. “Los genios son todos
iguales, nunca dejan de trabajar, no pierden un minuto. Es deprimente” dijo una
vez el crítico literario V. S. Pritchett. La realidad es que el talento, sin
esfuerzo, importa poco. Los creadores más destacados son siempre aquellos
que más han trabajado en su especialidad, han dedicado su vida a ella, han
aprendido todo lo que se podía aprender y han llevado su pasión al límite.
3.- Son
muy críticos con su trabajo
Según el psicólogo Howard Gardner,
premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales en el año 2011, los grandes
genios como Picasso, Freud o Stravinsky tenían un patrón similar de
trabajo, que se basaba en el ensayo y error: analizaban un problema, creaban
una solución, la probaban y generaban una retroalimentación constante. “Los individuos
creativos”, asegura Gardner, “emplean una considerable cantidad de tiempo en
reflexionar acerca de lo que quieren alcanzar, si han tenido éxito o no, y
si no lo han logrado, que deben hacer diferente”.
Las mentes creativas son también las
más metódicas.
4.- Son
sacrificados, solitarios, en ocasiones
neuróticos
Los genios están siempre pensando en
su obra. Esto tiene múltiples desventajas. Dedicar todo el tiempo al trabajo
implica un sacrificio inmenso y una merma en las relaciones sociales. Según
Csikszentmihalyi la mayoría de los genios son marginados durante la
adolescencia, en parte porque “su intensa curiosidad e intereses muy
focalizados resultan extraños a sus compañeros”, y en parte porque los
adolescentes demasiado gregarios no están dispuestos a gastar tiempo en soledad
para cultivar su talento. “Practicar música o estudiar matemáticas requiere una
soledad terrible”, asegura el profesor.
En ocasiones, el sacrificio
necesario para ser un genio puede rozar lo patológico. La entrega puede
tornarse en obsesión: las personas excelentes no son necesariamente felices.
Basta ver el ascetismo que alcanzaron Freud,
T. S. Elliot o Gandhi, o la soledad autoimpuesta que desarrolló Einstein.
Muchos genios desarrollaron además una personalidad neurótica: su trabajo les
volvió maniáticos y egoistas.
5.-
Trabajan siempre por pasión, nunca por dinero
Los verdaderos genios se desviven
por su trabajo y en ningún caso se entregan a éste por dinero, sino por pasión
y vocación. “Los artistas que han desarrollado su pintura y escultura por el
placer de la actividad en sí, más que por las recompensas extrínsecas, han
producido un arte que ha sido reconocido socialmente como superior”, asegura el
pensador y escritor Dan Pink en su libro La Sorprendente Verdad sobre que
nos Motiva. “Son aquellos a los que menos motivaban las recompensas
extrínsecas los que finalmente las recibían”.
Hasta pronto!!
Fuente:
http://www.elconfidencial.com/
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