EL ODS # 12 INTENTA ACABAR CON EL CONSUMISMO IRRESPONSABLE

                              

Estamos agotando los recursos disponibles en el planeta a un ritmo muy veloz. El ODS # 12 de la Agenda 2030 persigue equilibrar el proceso mediante producción y consumo en forma responsable y sostenible. 

Este objetivo es el más polémico que hay en la Agenda 2030 de Naciones Unidas. La proposición de implementarlo ha dado pie a innumerables enfrentamientos de carácter geopolítico. 

Es que, de acuerdo a estadísticas globales en el mundo de hoy, la reposición de recursos naturales agotados toma más tiempo de lo que tardamos en consumirlos.  

Y, si todos tuviésemos un volumen de consumo igual al de habitantes de países desarrollados, harían falta 3 planetas Tierra para cubrir nuestros requerimientos. 

  Pero solo tenemos uno ¡Debemos cambiar de ruta! 

¿CUÁLES SON LAS METAS DE ODS 12? 

Veamos un resumen de los compromisos, originalmente programados, para lograr una producción y un consumo responsables y sostenibles a más tardar el 2030. 

Sin embargo, si no es posible alcanzar esas metas para la fecha indicada, debemos mantenerlas vigentes a lo largo del tiempo.  

• Utilizar los recursos naturales de manera sostenible y eficiente. 
• Durante las fases de cosecha, producción y distribución, reducir a la mitad (o más) las pérdidas de alimentos. En la misma magnitud, reducir los desperdicios de alimentos a nivel ventas al detal y de consumidores. A lo largo de todo el proceso, desde la cosecha hasta el consumo, hoy día se tira a la basura un tercio de todos los alimentos que hay en el mundo,  
• Uso racional de los productos químicos y disposición adecuada de los desechos, para no afectar el equilibrio ecológico, reduciendo significativamente su liberación hacia la atmósfera, el agua y el suelo. 
• Reducir de manera significativa la generación de desperdicios aplicando medidas preventivas, reciclaje y reutilización, fundamentos de lo que hoy se conoce como economía circular. 
• Estimular en las empresas e instituciones públicas la adopción de prácticas sostenibles. 
• Lograr que toda la sociedad tenga la información y los conocimientos necesarios sobre desarrollo sostenible y estilos de vida conjugados con la naturaleza. 
• Lograr un turismo sostenible que genere empleos, promueva la cultura y consuma productos locales. 
• Dificultar el empleo de combustibles fósiles. 
• Fortalecer la capacidad científica y tecnológica de países en desarrollo, para avanzar hacia modalidades de consumo y producción más sostenibles 

LA DURA REALIDAD

Con el incremento de la población mundial, y el avance tecnológico que facilita las transacciones comerciales, hay grupos humanos a quienes el acto de comprar bienes y servicios les pareciera algo para divertirse y contonearse jactanciosamente antes que considerarlo como adquisición de algo necesario. 

Estos desajustes son de las razones más influyentes en los desacuerdos prevalentes entre las distintas regiones del mundo. 

Ese elevado consumismo da origen, entre otras cosas, a: 

• Desperdicio de alimentos y de otros bienes en proporciones exageradas. En todas las etapas, desde su inicio hasta la mesa del consumidor, se pierde o desperdicia un tercio de todos los alimentos. Si aprovecháramos esas cantidades tendríamos hambre cero. 
• Altos niveles de residuos de todo tipo de material. Es vergonzoso ver las inmensas islas de basura flotando en los océanos. Y preocupa que, ya en varias investigaciones, se ha detectado partículas microplásticos en nuestro cuerpo.  
• Gran generación de gases de efecto invernadero debido al desperdicio desmesurado de energía empleada. No es necesario abundar en detalles, el cambio climático nos golpea severamente en todo el mundo. 

Y lo más triste es que mientras esa desbocada marcha consumista se hace presente en el primer mundo, en los países menos desarrollados hay millones de personas en la más completa miseria ¡Cosas de la desigualdad existente en nuestro planeta! 

Para satisfacer la demanda de tantos bienes y servicios es necesario producir de todo, en grandes volúmenes y con gran rapidez, para ofrecerlo en cantidades acordes a lo que se consume.   

Esto implica que en muchos casos los requerimientos de materias primas, servicios y energía para producir lo demandado, exceden los niveles de sostenibilidad que se requiere para mantener el equilibrio ecológico. 

NUEVOS PARÁMETROS DE CONSUMO 

Hasta ahora nuestra conducta en la adquisición de bienes y servicios, ha sido influenciada por dos parámetros fundamentales: calidad y precio.

Siempre, conscientemente o no, estimamos el valor de lo que adquirimos basándonos en esos factores. 

Ha llegado el momento en que debemos considerar otras características. Entre las más influyentes se tienen: 

• Solidaridad ¿Contribuye de alguna manera la elaboración y comercialización de este producto en mejorar las condiciones de sectores socialmente deprimidos?   
• Bien común ¿Se respetan las condiciones de vida y los derechos humanos de quienes participan en la fabricación y venta de lo que voy a omprar? 
• Conservación del entorno. ¿El producto es ambientalmente sano? ¿Es sostenible? 

Debemos desarrollar una actitud más en línea con el equilibrio ecológico en nuestro ambiente. Debemos ir hacia el consumo responsable 

Ese cambio de conducta es necesario en todos nosotros, a nivel individual y social, tanto como individuos consumidores como empresas fabricantes. No puede ni debe haber excepciones. 

¿CÓMO PODEMOS CONTRIBUIR EN MEJORAR NUESTRO AMBIENTE? 

Cada vez más se habla de nuestra necesidad de adoptar nuevos hábitos y desarrollar una actitud de consumidor responsable. No se trata de un mero capricho o de un eslogan publicitario.  

Son las circunstancias actuales las que exigen un nuevo enfoque ante el deterioro ambiental que tenemos.  

Te sugiero consideres las siguientes recomendaciones, tanto para asumirlas como guía de acción, como también para divulgarlas: 

• Reciclar. 
• Reutilizar y reparar cuando sea posible. 
• Comprar productos fabricados cerca del lugar de consumo. 
•  Tener presente el ciclo de vida de los productos y favorecer los duraderos. 
• Apoyar al pequeño comercio local y a la agricultura biológica. 
• Reducir el consumo de alimentos y platos precocinados. 
• Rechazar productos de “usar y tirar” y con envoltorio innecesarios. 
• Llevar una cesta de compra para no tener que coger una bolsa de plástico. 
• Bajar la temperatura de la calefacción interior o subir la del aire acondicionado 
• Ahorrar agua. 
• Usar el transporte público e ir en bicicleta o a pie siempre que sea posible. 
• Ser crítico con la publicidad. 
• Practicar un turismo responsable: tener en cuenta el impacto social y medioambiental de la elección de destino. 

 

¿CÓMO PUEDEN CONTRIBUIR LAS EMPRESAS? 

Son muchas las acciones que pueden instaurarse a nivel empresarial. Lo principal es que en la declaración de su visión quede establecida su disposición a realizar su producción de manera responsable y sostenible. 

He aquí un resumen de actividades que pueden llevarse a cabo, dentro de las muchas opciones existentes: 

• Combatir el desperdicio en toda las etapas del proceso.  
• Realizar periódicamente auditorias para determinar cómo y por qué hay desperdicios para luego optimizar el proceso.  
• Rediseñar los productos y servicios de la empresa, optimizando sus envases y extender su vida útil.  
• Practicar economía circular en la organización, estableciendo objetivos de reducción de desperdicio con la meta de conseguir residuo cero.  
• Optimizar el uso de agua y mejorar la eficiencia energética en toda la cadena de valor  

CONCLUSIONES 

Quizás la fase más difícil para alguien no es la de transformarse en un consumidor responsable.  

Esto último es la meta que debemos buscar, pero no es tan simple como parece. Requiere una decidida participación y perseverancia de parte nuestra. Pero ¡Se puede! Cada vez hay más convencidos de la conveniencia en cambiar de actitud. 

Más exigente que lo anterior es admitir que somos parte del problema, sea de manera voluntaria o no. Te recomiendo leer un artículo muy interesante relacionado con el tema. 

Cuando nos damos cuenta de ello, ingresamos en el grupo de tenaces defensores de esta maravillosa naturaleza a la que pertenecemos. 

Hasta pronto