¡CUIDEMOS Y AMEMOS LA NATURALEZA!

 

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El equilibrio en el medio ambiente que conocemos se está trastornando. Vivimos un proceso de reacomodo general en el planeta. Estos cambios no han surgido de manera repentina. Y no nos engañemos, tampoco van a desaparecer de la noche a la mañana. 

Esta situación genera gran inquietud sobre las condiciones futuras que deberemos enfrentar los humanos. Futuro que depende grandemente de nuestros conocimiento y amor por la naturaleza. Habrá que actuar con mucha voluntad para contrarrestar los desbalances que hoy surgen como fenómenos naturales no deseados.

Estamos comprometidos a contribuir implantando soluciones a los venideros desajustes que se presenten.    

Tenemos identificadas muchas soluciones técnicas y científicas para lograrlo.  Pero... ¿Sabremos nosotros y las próximas generaciones cómo encarar esos cambios y trabajar permanentemente en favor de la naturaleza? Hay señales que generan inquietud. 


HAY QUE MOVERSE 

Hagamos un cambio en el enfoque. El diccionario de la Real Academia Española (DRAE) define a la Ecología como “ciencia que estudia los seres vivos como habitantes de un medio, y las relaciones que mantienen entre sí y con el propio medio”. 

En el medio que vivimos, la actividad física de los animales es fundamental. Moverse les permite permanecer saludables para preservar la continuidad de su especie, obtener sus alimentos y procurar no ser comidos por otros animales. 

Como sabemos, los primeros humanos dependieron grandemente de sus condiciones físicas para obtener sus alimentos y subsistir en un medio ambiente hostil y muy competido. 

Como animales racionales, logramos desarrollar a lo largo del tiempo la tecnología que facilita la obtención de los alimentos en la actualidad. Tanto así, que hoy día la actividad física no es tan exigente como lo fue para nuestros ancestros.  

 

El sedentarismo ha hecho acto de presencia en nuestros hábitos de vida.  


Hay un factor muy preocupante: la moderna adicción a las redes sociales que nos mantienen absortos, mirando solo a una pantalla y ajenos a lo que ocurre a nuestro alrededor. 


        ¿Puede alguien amar la naturaleza si no la conoce? Preocupa ver que para   muchos la actividad principal,
en forma casi exclusiva, es solo enterarse de lo que aparece en las redes sociales.
        Internet, y los dispositivos que la emplean, son herramientas muy útiles y poderosas para nuestro desempeño en la vida diaria. Todos las necesitamos y usamos, pero no son las únicas.


Para amar y proteger la naturaleza hace falta conocerla, internarse en ella..


NUESTRAS RESPONSABILIDADES PARA CON LA NATURALEZA 

El desequilibrio tiene varias causas. Las más notorias son la generación elevada de gases de efecto invernadero (GEI), desperdicio elevado de plástico no biodegradable, cambio climático, contaminación de agua.  

Muchos de esos problemas siempre han existido en el pasado, solo que ahora el ritmo de deterioro del ambiente se ha acelerado gracias a nuestra contribución.  Y se continuarán viendo en el futuro. Los cambios ambientales del planeta no dejarán de ocurrir, y es muy probable que aparezcan con mayor intensidad y frecuencia que hoy. 

De lo anterior, se deduce que la obligación de respetar la naturaleza no es algo nuevo, ni que es una tarea para realizar por breve tiempo. Es más bien parte de los deberes que debemos asumir los seres humanos.  

Proteger y respetar la naturaleza es una responsabilidad ineludible que tenemos. Debemos rescatar esos valores.

Además de evitar los males del sedentarismo, el objetivo es recuperar el amor a la naturaleza. Estas deben ser nuestras metas más importantes para el futuro. 


Foto de Hacer Familia


COMO DEBEMOS PROCEDER 

Foto de 123RF
         El primer paso, para lograr esa preparación en favor de la naturaleza, es romper con la adicción enfermiza a las redes sociales.



Hay que convencer a la gente, en especial niños y adolescentes, de que la actividad física al aire libre también es saludable y divertida. No es una tarea fácil pero tampoco es imposible. 


        De acuerdo a la opinión de muchos  educadores, hay que priorizar la Educación Física en los colegios, sobre todo a niveles de primaria y secundaria. Además, organizar eventos al aire libre como caminatas y excusiones por las zonas aledañas, paseos y competencias en bicicleta, actividades deportivas en canchas abiertas.  

Otras sugerencias son: realizar actividades de exploración y protección de la naturaleza como paseos en botes, pescar, observar aves, visitar y recorrer parques y bosques. Programar concursos que estimulen la creatividad, ofreciendo premios y recompensas por los mejores trabajos de reuso y reciclaje.  

La idea es ofrecer alternativas a los jóvenes para que no se concentren exclusivamente en distraerse con dispositivos electrónicos. 


Otro aspecto importante, de acuerdo a los expertos, es dar a los jóvenes toda la información, sin generar estrés. Se debe ser claro y sincero con ellos en lo referente a cambio climático, contaminación del aire, del agua, contaminación oceánica por desechos de plásticos, problemas de sostenibilidad.   

Todos debemos conocer a fondo los problemas que vivimos y las consecuencias que habría de no resolverse esos inconvenientes, pero también se debe hablar de las soluciones que ya tenemos y de las que se están estudiando.  

 Esto evita que desarrollen traumas y angustias por suposiciones erróneas de que irremediablemente vamos a desaparecer como especie animal. 


Amar y cuidar la naturaleza es una linda tarea que todos nosotros debemos realizar en favor de nuestro amado planeta. 


Hasta pronto 

 

 

 

 

 




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