LAS DOS CARAS DE LA MONEDA
Desde hace más de un año, la velocidad de contagio y la tasa de letalidad del covid19 y sus virulentas mutaciones, mantienen encendidas las alertas de todos los seres humanos. Hay miedo en la sociedad. Ya es común la pregunta de cuándo saldremos de esta prolongada pandemia. Peor aún, muchos temen que infortunios como este se incorporen a las calamidades naturales que padecemos desde hace años a consecuencia del calentamiento global del planeta.
A pesar del mal uso que hemos hecho de nuestro mundo, todavía existen poderosas razones para sentirnos optimistas por nuestro futuro.
Aunado a eso, las proyecciones indican que para 2050, más o menos, seremos 10000 millones
de habitantes a nivel mundial ¿Tendremos agua y comida suficiente? ¿Empeorarán la contaminación ambiental y el calentamiento global? ¿Dañaremos a la naturaleza de manera irreversible? ¿Podremos vivir en paz dentro de tanta aglomeración?¿Se verá seriamente afectada la humanidad?Nuestro futuro, como especie animal, se ve con
muchos riesgos de no salir bien ante tales obstáculos. Hay un gran pesimismo
como respuesta a tan amenazadora visión. Pero
veamos la otra cara moneda.
Aunque deben mejorar, ya existen vacunas para inmunizarnos del covid19. Simultáneamente, la ciencia y la tecnología
están logrando buenos avances para contrarrestar el calentamiento global,
buscando soluciones ante la excesiva emisión de CO2 y otros gases de
efecto invernadero. Cada día surgen novedades tecnológicas para aprovechar
diversas fuentes de energía: solar, eólica, de olas y mareas. Ya se ha establecido en diversos países
cronogramas para la reducción y eventual prohibición de consumo de combustibles
fósiles a través de diversos programas. El caso más notorio es el reemplazo de
automóviles de motores a combustión por carros eléctricos.
En cuanto a las futuras necesidades de alimentos,
han surgido aplicaciones de inteligencia artificial para incrementar la
productividad agrícola mediante el control con robots, planta por planta, en
los sembradíos. Los resultados obtenidos indican que es posible incrementar la
productividad por hectárea, reduciendo el consumo de agua, fertilizantes y
fumigantes.
También hay magníficos logros en desarrollos de carne
artificial, lo que disminuirá la ganadería a nivel mundial reduciendo
sustancialmente las desforestaciones de bosques y el consumo de agua, a la vez
que suministrarán mayor volumen de proteínas sin dañar a la naturaleza.
El ser humano, con su ingenio y el apoyo de la
inteligencia artificial, encontrará las
maneras de equilibrar las condiciones ecológicas que permitan sostener la vida en
nuestro planeta. Son tantos los avances maravillosos hasta ahora alcanzados,
más los que están ya en camino, que vemos necesario comentarlos en siguientes
publicaciones.
A pesar del mal uso que hemos hecho de nuestro
mundo, aún existen poderosas razones para sentirnos optimistas por nuestro
futuro. Los obstáculos que hoy enfrentamos son más que suficientes para incitar
nuestra voluntad por enmendar errores ya cometidos y mantener la disposición
para mejorar nuestro hábitat.
Hasta luego.
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