FLEXIBILIDAD COGNITIVA
Está usted celebrando el matrimonio de una sobrina. Todos los asistentes están elegantemente vestidos de etiqueta y celebrando con champán. Súbitamente su hada madrina, una bromista empedernida, le toca con su varita mágica y tal como está lo transporta a una playa en la que hay un nutrido grupo de jóvenes semidesnudos, tomando cerveza, fumando marihuana y bailando alrededor de una fogata ¿Qué hacer? Eso es un cambio inesperado y difícil de manejar para usted.
Otra situación. Un abogado tiene su despacho cerca de una oficina de registro civil. Allí asesora y elabora documentos legales a personas que desean tramitar y registrar operaciones de carácter comercial ¡Surge la pandemia ocasionada por el covid19! Las autoridades locales ordenan aislamiento general obligatorio. Las actividades comerciales quedan suspendidas. El abogado se ve forzado a cerrar su oficina y, por supuesto, sus ingresos se van al suelo ¿Qué hacer? Es un cambio inesperado y difícil de manejar para él.
En situaciones como
esas, cada quien tiene una forma personal de reaccionar. De principio hay
personas que permanecen como petrificadas, con rigidez, mientras que otras son
más ágiles y logran rápidamente adaptarse al evento inesperado, buscando
soluciones para resolver el problema.
La rapidez en reaccionar para encontrar
soluciones depende del grado de flexibilidad
cognitiva de cada quien. Ésta es la habilidad de cambiar ante diferentes
entornos y conceptos, y también adaptar nuestro comportamiento para lograr
resultados favorables en un ambiente nuevo o cambiante.
La flexibilidad
cognitiva no es solo adaptabilidad, incluye también la creatividad, la
imaginación, la curiosidad y la empatía. Es además la capacidad de pensar en
nuevas ideas, de desarrollar conexiones entre ideas e inventar cosas nuevas.
La flexibilidad
cognitiva también se asocia con una mejor calidad de vida sobre todo en las
personas mayores, así como también a una
gran fortaleza ante eventos negativos de la vida. Además, las personas flexibles
cognitivamente identifican mejor las posibles fallas en sí mismas y así les
resulta más fácil superarlas. Adicionalmente, los estudios han demostrado
que esta habilidad tiene un fuerte vínculo con la capacidad de comprender las
emociones, los pensamientos y las intenciones de los demás.
Lo interesante es que podemos entrenar y mejorar nuestra flexibilidad cognitiva. Ya hablaremos de
ello en nuestra próxima publicación.
Hasta luego.
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