Plataformas Flotantes ¿Futura fuente de energía renovable desde mar adentro?
Prototipo de turbina eólica flotante instalada en Agucadora, Portugal (foto cortesía de Wikimedia Commons) |
De acuerdo a un reportaje escrito por Trevor English para Interesting
Engineering, cada vez hay más empresas de energía solar, como la japonesa
Kyocera, construyendo nuevas plantas de energía solar sobre plataformas
flotantes ubicadas en lagos y diques. Kyocera tiene tres en operación y tienen
en construcción un mega proyecto en la represa Yamakura, que es un reservorio
de agua potable situado a 32 km al este de Tokyo.
Como lo señala el autor, además de generar electricidad, las
plantas flotantes permiten el enfriamiento de los paneles haciéndoles más
eficientes. También enfrían y dan sombra al agua, previniendo o restringiendo
el crecimiento de algas. Otro aspecto positivo, es que se reduce el ritmo de
evaporación del agua cubierta por los paneles, prolongando así la preservación
de agua durante los calientes veranos y fuertes sequías.
En India ya se construyó una planta solar flotante que genera 50 MW y
cubre un área de 1.27 millones de m2. En construcción hay otros proyectos más
pequeños en Singapur, país que se ha metido en esta onda tecnológica.
El fundamento en que se basan estos proyectos son más o menos
idénticos: carencia de espacio para instalar una planta terrestre de energía
solar.
La idea de emplear plataformas flotantes se ha extendido hacia otros
sectores tecnológicos, tales como estudios marinos para la navegación y
aprovechamiento de energía eólica.
Hay diseños flotantes híbridos
que se emplean para la recolección de datos para reducciones de costos
en la industria naval. Por ejemplo en 2014, la compañía francesa Nass&Wind
Offshore instaló una plataforma flotante de 12 m de diámetro con los
instrumentos de medición para recoger información sobre velocidades de viento y
otras condiciones marinas frente a las costas de Bretaña.
En el caso de aprovechamiento de la energía de los vientos, realmente
las turbinas eólicas flotantes no son nuevas, pero su desarrollo tecnológico
aún continúa en pañales. La primera turbina flotante fue concebida en 2006 por
investigadores de MIT y NREL (National Renewable Energy Laboratory). En ese
diseño la plataforma estaba sujeta al fondo marino mediante cables de
acero. En 2009, Japón tomó la delantera
con un proyecto en las costas de Noruega y con otro proyecto en las costas de
Portugal en 2011. Hoy Japón ya tiene tres proyectos eólicos en operación, y
otros en su etapa de diseño.
Estados Unidos ya se ha involucrado con planes para desarrollar un
complejo de turbinas eólicas flotantes a
lo largo de su costa en el Pacífico. En el caso de Europa los tres países más
avanzados en esta novedad son Francia, Escocia y Portugal.
Las granjas eólicas flotantes tienen un rango de beneficios, mayores y
mejores que sus “parientes” convencionales.
Para comenzar, las granjas flotantes ubicadas en aguas profundas estarán
siempre fuera de la vista desde las costas, lo que disminuye las presiones
opositoras para su instalación. El hecho
de ubicarlas mar adentro, entre 30 a 100 millas lejos de la costa, tendrán
exposición a vientos más fuertes, lo que generará más energía. Otro aspecto es
que los costos de las fundaciones en proyectos en aguas profundas son
elevados. Con las plataformas flotantes
se evita ese gasto. Aún más, en lugar de construirlas en el sitio, se podrán
ensamblar en diques secos y luego remolcarlas al sitio donde se ubicarán. Eso
significa una considerable reducción en los costos de construcción e
instalación.
Lo que debe tenerse en cuenta es que esta tecnología está en su etapa
infantil, todavía hace falta probarla con proyectos a gran escala. Actualmente hay algo más de 30 plantas
eólicas en ejecución. De esas, sólo cinco están funcionando.
¡¡Hasta pronto!!
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