Las dificultades para combatir el Zika
Virus Zika visto con microscopio electrónico |
El virus Zika, una minúscula
cápsula de 40 nanómetros en tamaño y con alrededor de sólo una docena de genes,
está generando grandes preocupaciones. El reciente brote de casos en Brasil se
ha difundido a través de las fronteras en Colombia, Venezuela, México y Puerto
Rico. Y ya ha logrado penetrar a los Estados Unidos
La semana pasada, se reunió un grupo de expertos en la
Universidad de Harvard para discutir el estado de esta pandemia, recapitular sobre lo que ya se conoce y dibujar una vista previa de la
amplia gama de posibles escenarios.
Quizás lo más notable, es que los biólogos tienen poco
conocimiento de los estragos que el Zika puede ocasionar en los seres humanos. Ya
se ha publicado sobre su potencial enlace con la microcefalia, y también se
habla que puede haber una conexión con el síndrome de Guillain-Barre, pero las
pruebas de estos vínculos aún no se han podido alcanzar. Estos pronósticos son atípicos
además de sombríos. De acuerdo con Michael VanRooyen, Director de la Iniciativa
Humanitaria de Harvard, la infección es "prácticamente asintomática: cuatro
de cada cinco personas que la padecen no lo saben".
No obstante, el enlace putativo del virus con condiciones gravemente
debilitantes que pueden afectar a
millones de personas da lugar a la búsqueda desesperada de pruebas médicas - proceso
que, por el momento, es angustiosamente lento y puede llegar a ser
peligrosamente concluyente. Las opciones actuales incluyen un test genético
basado en la PCR (proteína C reactiva), y en un análisis de anticuerpos que
demuestre el reconocimiento molecular del cuerpo del invasor Zika. Ambos caminos son exasperantemente inespecíficos.
Como explica VanRooyen, "la prueba
no es fácil - si el paciente da resultado positivo, es posible que tenga la
enfermedad. Y si el resultado es negativo, sigue siendo posible que tenga la enfermedad. "Para
las mujeres embarazadas, la idea de controlar el desarrollo del feto mediante periódicas
ecografías es una opción costosa con dudosos beneficios médicos”.
Se habla ya de la urgencia de desarrollar una vacuna para
Zika. Pero esto no puede ser tan rápido pues no hay disponibilidad todavía de
un sistema modelo en el que se pueda llevar a cabo pruebas biológicamente
relevantes. "Primero es se debe comprobar si la vacuna sería en realidad una
protección para las personas, pero todavía no hay claridad de cómo hacer
eso"
"Si cualquier empresa dice que tiene una vacuna para el
Zika, de lo que realmente dispone es de una vacuna experimental que podría ser comercializada
algún día, pero aún no ha transcurrido el tiempo necesario para probar su
eficacia." Tal producto hipotético probablemente estaría dirigido a niñas
pre-adolescentes y mujeres embarazadas, y las exigencias en seguridad
para vacunas dirigidas hacia esas poblaciones es muy alto", dice Helen Branswell,
periodista especializada en el área de salud, que ha venido dando seguimiento al
Zika. VanRooyen es aún más pesimista
sobre la perspectiva: "se necesita mucho tiempo para las investigaciones,
y los costos involucrados son tales que hasta es dudoso que logre desarrollarse
una vacuna”.
A pesar que la lucha contra el Zika sigue siendo oscura y
difícil, todas las organizaciones de salud se preparan para una lucha global.
La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud
publicó un plan de seis meses para coordinar una respuesta multinacional a la
pandemia con un precio estimado de $56 millones. La Casa Blanca también ha
hecho un llamamiento para un fondo de emergencia de $ 1.8 mil millones para
impulsar la prevención y detección tanto en Estados Unidos como en el
extranjero. Para Sheila Burke, investigador en el Centro para la Política
Social de la Universidad de Harvard, este tipo de compromisos es una señal de
cambio prometedor en comparación con amenazas de pandemias pasadas”.
¡¡Hasta pronto!!
Fuente: Jeffrey Marlow en www.discovermagazine.com
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