La Mala Salud Dental puede enfermar al Sistema Cardiovascular
Está reconocido por muchos médicos que existe
una fuerte relación entre el consumo de comida chatarra con enfermedades de
corazón prematuras. Hay un consenso general en aceptar que esta relación se
explica por la presencia de grasas saturadas en estos alimentos, que provocan
obesidad, diabetes, riesgos de hiperlipidemia y presión arterial alta por su
alto contenido de sal. Sin embargo, ahora se suma un nuevo grupo de evidencias
que demuestran la asociación entre la mala salud dental y los riesgos de
enfermedades cardiovasculares (ECV). Además de tener altos niveles de grasas
saturadas y sal, la comida chatarra tiene mucho azúcar en su elaboración. Los
efectos de esto sobre la salud oral es otro mecanismo adicional a través del
cual la comida chatarra eleva el riesgo de ECV.
Es incuestionable el aumento del consumo de
comida chatarra a nivel global. El crecimiento astronómico de la industria de
comida chatarra en las pasadas décadas ha llevado a que, la proporción de
alimentos consumidos a través de estos canales ha subido dramáticamente. Esta
tendencia se ha visto recientemente fuertemente reflejada en paises en desarrollo, por el incremento
urbanístico en muchos lugares de Asia y Africa. Y lo preocupante es que los
puntos de venta de comida chatarra abundan mas en zonas de bajo nivel de
ingreso. Se ha hecho sugerencias a los gobiernos para que consideren controlar
su crecimiento, limitando su número por comunidades, sobre todo en áreas
escolares. Y entre los diferentes tipos de comida chatarra, las bebidas
gaseosas son de particular interés pues son para muchísimas personas la
principal fuente de azúcar. Desde 1980 a 2000, la contribución de estas bebidas
en el consumo de azúcar se ha mas que duplicado, de 15% a 37%. Y estas cifras
siguen en aumento.
Hay ahora evidencias
convincentes del enlace que existe entre la mala salud dental, en particular la
enfermedad periodontal, y un mayor riesgo de ECV. La enfermedad periodontal es
consecuencia de caries dentales no tratadas, que surgen a causa de mala higiene
oral y consumo excesivo de azúcar. Ya es notorio que la presencia de azúcar en
las gaseosas y otros alimentos chatarras es la fuente impulsora de ese exceso.
Ya hay estudios científicos que comprueban la relación existente entre la
enfermedad periodontal con la aterosclerosis y otras ECV.
El mecanismo por el cual la
mala higiene dental sube los riesgos de ECV es a través de su respuesta
inflamatoria a infecciones crónicas. El carácter inflamatorio de la aterosclerosis ya es conocido desde hace mucho
tiempo. La enfermedad periodontal es una
infección crónica extremadamente común, y está asociada a agentes
biológicos inflamatorios, como la
proteina C-reactiva. De manera que al estar presente esta enfermedad, se incrementa
la carga de agentes inflamatorios en el organismo provocando así el incremento
de riesgo de la aterosclerosis.
Disminuir el consumo de comida chatarra es un
proceso difícil y complejo que requiere un enfoque multifacético. Reducir la
disponibilidad de esta comida mediante
la regulación de la densidad de puestos de venta, incrementar la educación
sobre patrones de consumo alimenticio son pasos importantes, sobre todo para la
población infantil, para lograr tal
disminución. Otra forma de reducir la disponibilidad es elevando los precios y
los impuestos a pagar por su consumo. Hay experiencias que prueban que esto
último reduce el consumo. Pero hay muchos debates y dudas en la comunidad internacional, con gobiernos,
departamentos de salud pública y periodistas enfrentándose al concepto del
“impuesto a la comida chatarra”. La
razón del por que analizar esa medida con cuidado son las vastas implicaciones,
aún por conocerse, que a largo plazo podrían causar tales impuestos a grupos
socioeconómicos deprimidos.
La asociación entre salud dental y ECV sugiere
que reducir el consumo de azúcar es un meta
de gran importancia para la salud pública. Todavía está por conocerse si
la prevención primaria de las enfermedades cardiovasculares se puede abordar en
la práctica odontológica clínica, y cómo encontrar medios robustos para
reconocer la mala salud oral como un factor de riesgo de enfermedad
cardiovascular emergente. Una colaboración más estrecha entre los servicios
dentales y médicos de atención primaria, sin duda, contribuirá a cerrar estas
brechas.
Ya en Nueva York ha salido una campaña
advirtiendo del peligro de las bebidas gaseosas, pero todavía se las ve
disponibles en todos los lugares públicos, incluyendo hospitales y escuelas.
Puede tomar algún tiempo, sin embargo, para que médicos y pacientes reconozcan
esta importante relación entre los dientes y el corazón.
Que la felicidad te atrape y no te deje
escapar!! Hasta pronto!
Fuente: SAGE Publications (2013, December 2). Junk food, poor oral
health increase risk of premature heart disease. ScienceDaily. Retrieved
December
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