El Ejercicio y el Sistema Inmunitario
Las investigaciones han venido confirmando cada vez mas la existencia de
una estrecha relación entre la práctica frecuente de ejercicios moderados y el
tener un sistema inmunitario fuerte. También hay evidencias que ejercitarse con
mucha intensidad reduce la inmunidad en el organismo, e incluso puede provocar
enfermedades.
Por lo
general, un adulto promedio sufre de infecciones respiratorias dos o tres veces
al año. Estamos expuestos a los virus las 24 horas del día, pero hay personas
mas susceptibles que otras a sufrir catarros y gripes. Hay factores ya identificados
que se asocian con una función inmunitaria deficiente, y en consecuencia, a un
mayor riesgo de acatarrarse.
·
Estrés
·
Mala nutrición
·
Fatiga y dormir
poco
·
Fumar
·
Envejecimiento
·
Sindrome de
sobre-entrenamiento
El ejercicio regular y moderado mejora la
inmunidad.
Estudios realizados en años previos detectaron que los resfriados
disminuyeron en corredores aficionados luego que empezaron a correr
regularmente. Es que el ejercicio moderado provoca una respuesta positiva del
sistema inmunitario, lo que causa un incremento momentáneo en la producción de
macrófagos, que son las células que atacan a las bacterias. Por ello se
considera que el ejercicio practicado con regularidad y permanentemente,
produce beneficios sustanciales a largo plazo en la salud del sistema
inmunitario.
Investigaciones recientes han demostrado que como respuesta al
ejercicio, hay cambios fisiológicos en el sistema inmunitario. En el transcurso
de una sesión de ejercicio moderado, las células inmunitarias circulan con
mayor rapidez por todo el organismo, y con mayor capacidad para eliminar
bacterias y virus. Al finalizar el ejercicio, el sistema inmunitario recobra a
su “condición normal” luego de unas
pocas horas. Pero si el ejercicio se practica metódica y perdurablemente, causa
que esos cambios en el sistema sean mas prolongados
El exceso de ejercicio puede disminuir
la inmunidad
Por
el otro lado, hay también evidencias que ejercitarse intensamente por mucho
tiempo puede reducir la inmunidad en el organismo. Hay estudios que indican que
mas de 90 minutos de ejercicio, continuo y de alta intensidad, puede hacer que
los atletas queden muy susceptibles a enfermarse durante un lapso de hasta 72
horas después de esa sesión. Esta es una información importante y debe ser
tomada en cuenta por aquellas personas que compiten en eventos fuertes, como
maratones o triatlones.
Se sabe que durante la actividad intensa el cuerpo produce ciertas
hormonas que disminuyen la inmunidad temporalmente. El cortisol y la
adrenalina, conocidas como las hormonas del estrés, elevan la presión arterial
y el colesterol, e inhiben al sistema inmunitario.
Si Ud. entrena para participar en eventos de alto nivel que exigen mucha
resistencia (maratones, triatlones, competencias de ironman), es muy importante
que su programa incluya suficiente descanso y días de recuperación para
permitir que su cuerpo (y su sistema inmunitario) se recupere. Si Ud. se siente
débil y decaído, o tiene otros síntomas característicos del sindrome de
sobre-entrenamiento - aumento de
frecuencia cardíaca en reposo, recuperación lenta de la frecuencia cardíaca,
irritabilidad, pesadez general, fatiga – necesita disminuir el ritmo e
intensidad de su entrenamiento.
Si ya está Ud. enfermo, debe ser
cuidadoso y evitar ejercitarse muy intensamente. Ya su sistema inmunitario está
muy atareado combatiendo la infección que le afecta, así que agregarle estrés
adicional le restará capacidad para su recuperación. En general, si tiene
ligeros síntomas de resfriado y sin fiebre, una sesión muy moderada o suave puede
ayudarle a sentirse mejor y estimula a su sistema inmunitario. Pero si se
ejercita intensamente provocará que las cosas empeoren y se prolongue su
enfermedad.
El
estrés psicológico también afecta la inmunidad del organismo
No es solo el estrés físico la causa para el incremento de cortisol y
adrenalina en el cuerpo. El estrés psicológico también lo causa, afectando
nuestra inmunidad y aumentando la susceptibilidad a infectarse con gripes y
resfriados.
Investigadores
de Ohio State University encontraron que personas cuidadoras de algún ser
querido con la enfermedad de Alzheimer, sufrían el doble de resfriados que
personas sin esa situación. Al someterse a un programa de ejercicios moderados
practicados regularmente, su inmunidad presentó mejorías sustanciales.
Como resumen, se puede concluir que la práctica de actividad de física
es beneficiosa para nuestra salud, siempre y cuando se haga de manera moderada
y regular, que se mantenga en el tiempo como un hábito dentro de nuestro estilo
de vida. El ejercicio a niveles muy exigentes en cuanto a fortaleza y
resistencia, puede ser ejecutado bajo condiciones muy especiales, y controlado
por especialistas en medicina deportiva, para evitar riesgos innecesarios. Eso
si, evite el sedentarismo!!
Hasta pronto!!
Fuentes
-Acute exercise stimulates macrophage function:
possible role of NF-kappaB pathways. Cell Biochemistry and Function. 2006 Aug 14;.
-Nieman DC, Henson DA, Austin MD, Brown VA. The
immune response to a 30-minute walk. Med Sci Sports Exerc 37:57-62, 2005. David Nieman, of Appalachian State University
-Nieman
DC. Risk of Upper Respiratory Tract Infection in
Athletes: An
Epidemiologic and Immunologic Perspective. Journal of Athletic Training 1997
Oct.
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