Cada vez somos más personas, en consecuencia la demanda de alimentos (incluyendo la carne) sigue en aumento. Ello es motivo de gran preocupación, y en especial por la explotación ganadera de hoy, que está socavando a velocidad alarmante el futuro de la humanidad. La producción industrial e intensiva de ganado y pollo, aunado al consumo de sus derivados, es una de las principales causas del calentamiento global del planeta. S egún la propia Organización Mundial de la Alimentación y Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), la ganadería es el sector que más gases de efecto invernadero (GEI) emite, aproximadamente el 18%, después del transporte (que representa un 22% de GEI). Hablamos concretamente del 9% de las emisiones mundiales de CO 2 , el 37% de las de metano (¡más que las explotaciones mineras, petróleo y gas natural!) y el 65% de las de N 2 O, teniendo estos dos gases un efecto invernadero más elevado que el CO 2 .