¿Insomnio? He aquí unos útiles consejos. Parte II

Continuando con la publicación anterior, acá les brindamos otros valiosos consejos para combatir el insomnio

·         Come alimentos soporíferos. Deja de lado las comidas pesadas por la noche: ellas hacen que el sistema digestivo tenga que trabajar mucho y puede que te parezca imposible dormir. Hay ciertas comidas que ayudan a conciliar el sueño, como los carbohidratos complejos y los lácteos. Ten en cuenta que debes terminar de comer una hora antes de ir a la cama.

·      Toma las bebidas adecuadas. Aunque tenga efectos tranquilizadores, el alcohol es uno de los mayores enemigos del sueño y el descanso reparador. En su lugar, elige la leche tibia o un té de lavanda o tilo.

·         Cuida la cantidad de agua que tomas. Haz contigo lo mismo que harías con un niño: nada para beber dos horas antes de acostarte. Esto hará que no tengas que ir al baño en la mitad de la noche, cuyo piso frío muchas veces produce que no te puedas volver a dormir. Un tip importante es colocar una luz tenue en el baño para no tener que exponerte a la luz brillante que usas para bañarte.

·      Baja las luces. Comienza a bajar las luces de tu hogar dos o tres horas antes de dormir. Deja de lado cualquier tipo de trabajo o estudio que estés haciendo, así como las decisiones complicadas. Apagar el sonido emocional e intelectual lleva tiempo, pero bajar las luces es una señal para que tu cuerpo comience a segregar melatonina, una hormona que induce el sueño.

·       Neutraliza el sonido. Una canilla que gotea, la tos de un niño o un perro que ladra pueden sumar contratiempos a la hora de dormir. Para evitarlos, utiliza "sonido blanco", como un ventilador, un aire acondicionado o audios de tormentas. Los tapones para los oídos también son útiles.

·   Deja de fumar. ¿Necesitas otra razón para dejar de fumar? La nicotina es un estimulante, como la cafeína. Fumar puede empeorar tu insomnio, sobre todo si lo haces durante las cuatro horas previas a irte a dormir.

·     Saca a tus mascotas de la cama. Los movimientos de un gato o un perro pueden evitar que duermas profundamente. Evita que ellos duerman contigo, entrenándolos para que tengan su propia cama.

·      Libera tu mente a la hora de dormir. Establece un período para relajarte en la hora previa a dormir. Lee algo que no te interese demasiado, medita, escucha música relajante o toma un baño. Haz una lista de preocupaciones que surgieron en el día junto a sus posibles soluciones para darle fin a esa jornada.

·   Cuidado con las píldoras para dormir. Las pastillas para dormir pueden ser tentadoras en esas noches durante las cuales el sueño no llega. Ten cuidado: este tipo de medicamento crea tolerancia (con el tiempo, necesitarás ingerir más dosis para llegar al mismo efecto), además de tener efectos secundarios nocivos.

·         Mantén la temperatura ideal. La temperatura ideal para tu dormitorio es entre los 22 y 24 grados Centígrados. Dentro de ese rango, tu organismo se siente a gusto y no debe trabajar para llegar a su temperatura ideal.

 

Esperamos que todas estas sugerencias ofrecidas en estas dos últimas publicaciones te resulten beneficiosas. Te deseamos tengas cada día un profundo y reparador sueño.

¡¡Hasta pronto!!

 

 


Fuente: Escrito por Cecilia Melëndez  en http://www.ehowenespanol.com/

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