Olvidar las cosas ¿A quien no le pasa?
Desde hace décadas se ha determinado que tenemos dos tipos de memoria,
una de corto plazo que se encarga de almacenar hechos recientes; y otra de largo plazo que se encarga de
guardar todos los recuerdos vividos a lo largo de nuestra existencia.
Estos dos tipos de memoria tienen también diferentes niveles de
precisión: la memoria de corto plazo provee recuerdos con una gran cantidad de
detalles, en cambio la memoria de largo plazo los presenta mucho más difusos.
Podemos almacenar grandes cantidades de información en nuestra memoria de largo
plazo, pero los detalles de esta memoria no son siempre del todo acertados y
están limitados a solo decirnos “que es lo que vimos” o “que fue lo que
sucedió”.
Pero
experimentos recientes indican que la memoria a largo plazo no es tan difusa.
Si no es tan difusa como se creía , ¿por qué seguimos olvidando cosas?
“La memoria se afecta mucho por problemas anímicos”, señala el neurólogo
Facundo Manes, director del Instituto de Neurología Cognitiva. “El olvido es
fisiológicamente necesario, como dormir”, pero se explaya en casos cotidianos
en los que algunas personas tienen como lagunas temporarias. Según explica no hay lesiones neuronales que expliquen
estos olvidos. Más bien, agrega, este tipo de memoria, se afecta por la falta
de atención. Allí, el estrés y la ansiedad tienen un rol preponderante.
"El
estrés es una respuesta fisiológica normal, pero cuando es crónico y todos los
días tenemos más de lo necesario hay una descompensación y se afecta la
memoria", dice. Esta está constituida por tres etapas: atención,
consolidación y evocación. Manes enfatiza: "La memoria se afecta mucho por
problemas anímicos; sobre todo, se perjudica lo atencional, la etapa de la
adquisición de la información y, después, por eso cuesta recordar".
Así, uno de
los caminos para reducir episodios de lagunas mentales es tratar el estrés y la
ansiedad. Hay personas con diálogos internos, muy metidos en sus cosas, que
viven ansiosos y estresados con lo suyo y entonces están desatentos a lo que
ocurre en el exterior. Esta situación de desatención es lo que después les
dificulta recordar algunas cosas que ocurrieron a su alrededor.
Pero
también ocurren olvidos por otras causas. A veces no podemos recuperar los
datos en el momento adecuado, o recordamos unos hechos y otros no. Puede ser
por:
-
Desvanecimiento de
la información por falta de uso del material aprendido.
-
Muchas veces
olvidamos información que no nos interesa, como pueden ser experiencias negativas,
acontecimientos de contenido traumático. Es como un mecanismo de defensa de
nuestra mente,
-
Bloqueo de la
información: se produce cuando una información nueva que llega a la memoria
interfiere con otra que ya teníamos almacenada y la perdemos.
En esos casos, y como hábito, podemos ejecutar actividades simples y
divertidas para potenciar nuestra memoria:
-
Fomentar
curiosidad, es decir tener interés por lo que nos rodea. Gracias a la
curiosidad prestaremos más atención, preguntaremos sobre lo que nos interesa,
leeremos más, etc. De esta forma estaremos activos e ilusionados y entrenamos
nuestro cerebro.
-
Es bueno hacer
ejercicios que obliguen a fijar la atención, ya que la memoria y atención van
unidas. Así por ejemplo, son muy buenos los ejercicios que consisten en buscar
las diferencias, sopas de letras, crucigramas, ajedrez, etc.
-
Intentar recordar
y aprender letras de canciones, poesías, autores de libros que nos gustan,
nombre de obras de arte que nos interesan, etc.
-
Practicar la
observación, por ejemplo contemplar un cuadro durante dos minutos y después
intentar describirlo con todo detalle o intentar recordar detalles de la
decoración de nuestra casa. Al principio es probable que cueste recordar
algunas cosas, pero con el ejercicio continuado los progresos se hacen
evidentes.
-
Realizar
ejercicios que aumenten la concentración, como contar al revés desde 100 de uno
en uno, después de tres en tres, de cinco en cinco, etc.
-
Potenciar las
relaciones sociales para ejecitar el conversar, saber escuchar, la creatividad,
el razonamiento.
En cualquier caso conviene aclarar que existen
diferencias personales en la capacidad de memoria. Hay personas más motivadas
hacia lo que aprenden, rinden más que aquellas que no tienen interés o que
viven de forma más distraída los acontecimientos diarios.
Pero aún hay mas cosas interesantes. Científicos de
los Institutos Gladstone, en San Francisco, California, dirigidos por Steve
Finkbeiner, han descifrado como una importante proteína del cerebro llamada Arc
regula la actividad de las neuronas, lo que proporciona pistas importantes para
comprender la capacidad del cerebro para formar recuerdos duraderos.
“Sabíamos que Arc está
involucrada en la memoria a largo plazo, ya que los ratones que carecen de la
proteína Arc pueden aprender nuevas tareas, pero no recordarlas al día
siguiente”, dijo Finkbeiner, también profesor de Neurología y Fisiología en la
Universidad de California, San Francisco (UCSF).
La mayoría de las sinapsis del cerebro humano no se forman durante su
desarrollo temprano, mas bien suelen formarse, romperse o fortalecerse a lo
largo de la vida de cada persona. Las más activas se fortalecen mediante un
proceso que es esencial para la formación de nuevos recuerdos, pero que también
es peligroso, ya que puede sobreestimular las neuronas y provocar ataques
epilépticos.
Este proceso llamado escala homeostática, permite a las neuronas
individuales fortalecer las nuevas conexiones sinápticas que permitieron formar
recuerdos y al mismo tiempo protege a las neuronas de demasiada excitación. Los
experimentos del equipo revelaron que Arc actuó como regulador maestro de todo
el proceso fortaleciendo las conexiones sinápticas sin sobreestimulación y, por
lo tanto, transformando el aprendizaje en recuerdos a largo plazo.
El estudio agrega, además, que la
misma proteína puede ser un factor determinante en el autismo. Así mismo, otra
investigación reciente encontró serias deficiencias de proteína Arc en el
cerebro de pacientes con Alzheimer. Esta es una magnífica información que nos permite alentar esperanzas sobre la
posible cura, o al menos control , de tan terrible enfermedad. Ojalá asi sea.
Feliz semana!!
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