80 ratas evitaron el veneno y llegaron a 100 mil
En el Pacífico Sur, un programa de dos millones de dólares para erradicar roedores resultó todo un fracaso, y los científicos creen saber por qué. Parecía que las ratas no se salvarían. Luego de años de planificación meticulosa, en 2011 los helicópteros volaron sobre un atolón del Pacífico Sur y dispersaron 80 toneladas de apetitosos gránulos de cereal, cada uno cargado con una dosis letal de raticida. Al principio, pareció que los dos millones de dólares del proyecto para erradicar a las ratas de la Isla Henderson no fueron en vano. Los roedores invasivos que habían estado comiendo crías de aves y tortugas marinas menguaron drásticamente, y a pocas semanas de esparcir los cebos, la población insular de roedores cayó a solo 60 u 80 individuos. Pero ahora, el atolón vuelve a estar invadido de ratas . En cuestión de unos cuantos años, las supervivientes se multiplicaron a 50,000 y luego a 100,000, la misma cifra que antes del envenenamiento.